Todo quedó en un susto, pero se rozó la tragedia este viernes en la esquina de la Avenida de Portugal con María Auxiliadora, debido a los cascotes que se desprendieron desde uno de los balcones de un edificio.
Pasaban las 21 horas cuando se produjo el desprendimiento de las piedras, algunas de ellas de un tamaño nada desdeñable, que cayeron desde uno de los balcones de los pisos más altos del edificio ubicado en la confluencia de las dos calles.
Se trata de una zona muy transitada y solo la fortuna impidió que hubiera heridos.
Varios agentes de la Policía Local llegaron de inmediato y acordonaron la zona para evitar que siguieran pasando por allí los peatones, hasta que desapareciera el riesgo de nuevos desprendimientos.