El centro salmantino recibe 82.407€ para financiar su tercer proyecto Erasmus Plus. Es una ayuda para los alumnos de segundo curso que se matriculen en 2015-16 y 2016-17 en el ciclo de grado medio de Panadería, Repostería y Confitería
José Ramón Martín Abad, profesor del Francisco Salinas, se muestra «muy satisfecho» por el Erasmus Plus concedido desde la Unión Europea para los próximos dos años. «Es una oportunidad para los alumnos, ya que en este caso podrán hacer prácticas en empresas de Francia, Portugal, Finlandia, Polonia, Croacia y Hungría».
Además de ser una oportunidad, ¿Qué valor añadido tiene para los alumnos realizar una estancia académico/laboral en estos países?
Consiguen un Europass, un certificado a nivel europeo que acredita que los alumnos han hecho prácticas en una empresa en el extranjero. Esto posibilita a los estudiantes a tener mejores trabajos, ya que es un título reconocido en toda Europa. Sobre todo teniendo en cuenta que están allí once semanas, el último trimestre de formación.
¿Qué edades tienen los alumnos?
La edad mínima son 16 ó 17 años, pero este año hemos tenido una alumna que ha estado en Finlandia con 34 años y otra con 44 años. No hay una edad límite para obtener las estancias en el extranjero, sólo que estén cursando el segundo curso del ciclo de grado medio.
¿Qué índice de inserción laboral tiene el ciclo?
El porcentaje de inserción laboral de los titulados es de entre el 70 y el 80%. Tanto en trabajo por cuenta ajena, como montándose ellos su propio negocio o empresa.
Los alumnos aprenden las recetas, las elaboraciones y las técnicas que se emplean en estos países, así como los productos con los que se cocinan los pasteles, los panes o los dulces de repostería. «El objetivo no sólo es que aprendan a elaborar los productos de los países a los que acuden, más bien que los alumnos de nuestro instituto enseñen los productos típicos de aquí, como por ejemplo el hornazo», explica Martín Abad.
Los estudiantes del Francisco Salinas se convierte, de alguna manera, en embajadores de los productos regionales. «Las recetas tienen que moverse. Si en Francia se hace un brioche fantástico, porque no se va a poder realizar en Salamanca», puntualiza el profesor.
Desde el 2008
No es flor de un día, ni sonó la flauta por casualidad. El Francisco Salinas participa en este tipo de proyecto en el ámbito europeo desde 2008. En este año entraron en contacto con varias escuelas europeas de repostería de Francia, Portugal, Bélgica y Polonia.
Tres años después, en 2011, consiguieron su primer proyecto, que en aquel momento se denominaba Leonardo da Vinci, consistió en elaborar una carta de postres de restaurante, trabajando con los otros cuatro países. Ese curso fue el primero en el que los alumnos realizaron prácticas en el extranjero durante tres semanas. Eso significó que le entregaron casi 15.000€ para los próximos dos cursos. Esto los animó a continuar creciendo y se pusieron en contacto con un nuevo país, como Finlandia, del que Martín Abad destaca que desde el primer momento, las conversaciones con sus homólogos fueron «muy fluidas».
Desde el 2013 llevan inmersos en el proyecto ‘Productos Regionales de Panadería’ que concluye en este mes de julio. El periodo de prácticas en este caso ha sido de seis semanas y los resultados han sido muy satisfactorios.