La Catedral nueva de Salamanca acoge la exposición Teresa en la que se exponen 103 piezas sobre la vida de Santa Teresa y estará hasta el mes de octubre
[dropcap]V[/dropcap]ivo sin vivir en mí, y tan alta vida espero, que muero porque no muero’. Una de las frases más famosas de Teresa de Jesús y que resume a la perfección lo que fue su vida de oración, de andariega, de emprendedora, de valiente, de sagaz, de trabajador y de entregada a Dios y a los demás.
Teresa de Jesús nació hace cinco siglos, quinientos años y su legado y enseñanzas, no sólo están de actualidad porque se inauguren exposición teniendo como eje central su vida, que también, más bien porque fue una mujer a la que es muy sencillo tener de referente, y más hoy en día, donde el esfuerzo vuelve a tomar el protagonismo olvidado en los años de bonanza económica.
La figura de Teresa destaca porque se adelantó a su tiempo, abrió numerosos conventos y renovó la Iglesia. Teresa fue una mujer del Renacimiento, porque destacó como escritora, mecenas de artistas, oradora,…
Desde muy pequeña, Teresa se interesó por la lectura y los libros. Se la conoce como la Santa Andariega, porque no paró de viajar. Se recorrió casi toda España hace cinco siglos, quinientos años. Fundo 17 conventos en Ávila -donde nació-, Medina del Campo, Malagón, Valladolid, Toledo, Pastrana, Salamanca, Segovia, Beas de Segura, Sevilla, Caravaca de la Cruz, Villanueva de la Jara, Plasencia, Soria, Granada, Burgos y Alba de Tormes -donde murió-.
Teresa era consciente del papel que la mujer tenía en los siglos XV y XVI, pero no aceptó la sumisión por qué sí. Es más, no se conformaba con nada y llegaba donde hiciera falta para lograr lo que se proponía.
Además, fue mentora de poetas y personas que con los años se convirtieron en amigos y notarios de su legado, como Fray Luis de León, San Juan de la Cruz, San Francisco de Borja, Fray Juan de Ávila, Domingo Báñez e incluso, el todopoderoso Felipe II, donde en su reino no se ponía el sol, llegó a admirarla. Ella, siendo mujer en un mundo de hombres, es la única fémina que se codeó con los integrantes del Siglo de Oro, la época más florida de la cultura de nuestro país.
A partir de su fallecimiento, uno de sus coetáneos importantes, como fue Fray Luis de León, comienza a reunir y difundir los escritos de Teresa.
La exposición de La Catedral
Más de un centenar de piezas entre ellas esculturas, pinturas, grabados, óleos, documentos y libros impresos para conocer mejor la vida y obra de Santa Teresa. Esto ha sido posible gracias a la colaboración del Monasterio de San José (Cabrerizos), del Convento de San Andrés, del Convento de San Esteban, de la Parroquia de Peñaranda de Bracamonte, de la Parroquia del Monte Carmelo, de la Basílica de Alba de Tormes, de la Casa de la Iglesia, del Museo Diocesano y de la Universidad Pontificia de Salamanca. Las obras expuestas abarcan desde el siglo XV hasta 1940 entre las que destacan Niño Jesús pasionario, Transverberación de Santa Teresa, Relicario del Lignum Crucis, Trinidad Trifacial, Santa Teresa escritora, Relicario con carta de Santa Teresa, etc.
Estuvo presente el deán de la Catedral, Jesús Terradillos García, quien ha destacado que se trata de un acontecimiento significativo para la propia Diócesis de Salamanca. Además, considera que Santa Teresa¨nos da un ejemplo de vida auténtica, entregada en servicio de cristo con unas limitaciones propias, porque tuvo enfermedades toda la vida, y sin embargo llegó a culminar una tarea impresionante¨.
Por su parte, el Comisario de la exposición, Mariano Casas, ha destacado que hay algunas obras que se exponen por primera vez y que esas obras ¨forman parte del mismo tesoro de la catedral de Salamanca y nos van a ayudar a acercarnos a la espiritualidad de Teresa, a ese ambiente en el que ella se crió¨.
La exposición puede visitarse hasta el mes de octubre, el horario de visita será de 10:00 a 20:00 horas.
Por: Pilar Herrero.