[dropcap]E[/dropcap]n una de estas noches veraniegas de tertulia, y en una de las terrazas salmantinas, me comentaban dos amigos el enorme cabreo que tenían contra el partido de Ciudadanos, al que habían apoyado dándole su voto para evitar que el Partido Popular volviera a gobernar en nuestra provincia. Se habían visto sorprendidos y traicionados con la actitud y decisión de éstos al facilitar el gobierno en el Ayuntamiento de Salamanca, de nuevo al Partido Popular. Su malestar y decepción iba en aumento cuando comentábamos la escenificación de estos acuerdos en la celebración del primer pleno de la nueva legislatura celebrado en el Ayuntamiento salamantino, donde se ha visibilizado muy claramente los dos bloques, PP y Ciudadanos por una parte y PSOE y Ganemos por otra.
[pull_quote_left]Son maestros del engaño, cuando se les pregunta por su ideología contestan que no son de izquierdas ni de derechas, viven en una indefinición y ambigüedad ideológica que les sirve para captar el voto de los ciudadanos que son proclives a cambiar de opción política y que cansados de corrupción les han dando la confianza.[/pull_quote_left]Algunas personas ya lo habíamos manifestado en varios foros, que Partido Popular y Ciudadanos eran los mismos, diferentes siglas pero los mismos objetivos. Han demostrado que la forma de hacer política no es diferente a los demás, ellos que daban lecciones de ética a todo el mundo incluso se permitían exigir al resto de partidos como debían de elegir sus candidatos. Incumplen su programa electoral y son evidentes sus contradicciones. Hacen firmar pactos contra la corrupción y luego negocian con un partido que tiene a varios cargos imputados sin hacerlos dimitir. Prometieron no aceptar cargos ni sillones pero cambian cromos para presidir comisiones dejando fuera al resto de la oposición. Prometen apoyo y respaldo a las listas más votadas y en muchos municipios de nuestra provincia lo incumplen, estas y otras muchas de sus actuaciones ponen de manifiesto su falta de ética y estética.
Son maestros del engaño, cuando se les pregunta por su ideología contestan que no son de izquierdas ni de derechas, viven en una indefinición y ambigüedad ideológica que les sirve para captar el voto de los ciudadanos que son proclives a cambiar de opción política y que cansados de corrupción les han dando la confianza. Pero el ciudadano se ha dado cuenta de que han sido engañados, tanto por el apoyo que han dado a unos como a otros y les pasarán factura, así lo recogen las últimas encuestas que se han hecho después de haber sido constituidos los Ayuntamientos en toda España, y donde le dan al Partido de Ciudadanos una bajada de 6 puntos en intención de voto que beneficia, sobre todo, al Partido Popular y algo al Partido Socialista. Qué contradicción, en solo dos meses, partidos que luchaban por romper el bipartidismo ahora, por culpa de sus actuaciones, ambigüedades e inmadurez política se puede producir el efecto contrario al buscado que no es otro que el reforzamiento del bipartidismo.
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