[dropcap]A[/dropcap]l principio de la crisis vi una pintada cerca de mi casa, repetida en otra muchas ciudades a lo largo y ancho de nuestro país, que decía así: “cría ricos y te comerás sus crisis”. Como casi siempre, los dichos populares van cargados de mucha razón, y como no podía ser de otra manera, en este caso también.
Es mucha la tinta que se ha gastado en explicar la crisis económica cuyos inicios se remontan al año 2008 y que aún continúa en nuestros días, aún a pesar de lo que dice Rajoy con sus datos manipulados y cargados de engaño con fines electorales.
Pero, aunque mucho de lo que se ha escrito se escapa al conocimiento del ciudadano medio, pues se trata del análisis de datos macroeconómicos que para poderlos entender tendríamos que hacer un curso rápido de economía, y aún así, no sería, probablemente suficiente; lo cierto es que la realidad nos lleva al convencimiento que quien más ha sufrido en todo este embrollo del rescate han sido los ciudadanos de un estatus social medio y bajo, mientras que la mayoría de las grandes fortunas han salido indemnes de todo este proceso, incluso podríamos afirmar que algunas, incluso, han sacado tajada.
[pull_quote_left]El gobierno heleno había emitido una gran cantidad deuda pública para financiar sus déficits públicos debido a la irresponsabilidad política y al despilfarro[/pull_quote_left]Resulta claro el efecto dominó de la crisis entre los países de la zona euro, pero no es menos cierto que en cada país han existido unas señas de identidad propias. En el caso de Grecia, el gobierno heleno había emitido una gran cantidad deuda pública para financiar sus déficits públicos debido a la irresponsabilidad política y al despilfarro. El nivel de deuda empezó a resultar preocupante en las primeras semanas de 2010. La situación se agravó al descubrir que el gobierno conservador de Karamanlís ocultó durante dos legislaturas los verdaderos datos macroeconómicos, entre ellos el verdadero valor de la deuda, cuya incapacidad de financiación provocó importantes recortes en el sector público que, como en España, fueron respondidas con manifestaciones públicas y disturbios desde el comienzo de la crisis.
El 23 de abril de 2010 el gobierno griego se vio obligado a pedir un préstamo a la Unión Europea, en lo que sería la primera petición de «rescate» ante la imposibilidad de sostener la deuda pública. De esta manera Grecia se convirtió en el primer país europeo en solicitar ayuda externa, pero debido al contagio financiero, posteriormente fueron Irlanda y Portugal. A pesar de los esfuerzos por reducir la deuda, el gobierno griego se vio obligado a pedir otro segundo rescate en el verano de 2011. Esto provocó tensiones con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional cuyos resultados son los que todos conocemos.
Pero, ¿cuánto de todo el dinero que se ha inyectado en el sistema financiero nos llega a nosotros? La respuesta es la esperada, es decir, muy poco, en el caso de Grecia, de 100 euros llegan a los ciudadanos 8. Si, además consideramos que el dinero inyectado ha sido fruto del préstamo de los socios europeos, debe ser devuelto, pero bajo unas condiciones que han sido impuestas por la Troika sin previa negociación, lo que les permite meter sus morros en las economías nacionales en detrimento de la soberanía nacional de los Estados rescatados, con las obligaciones de reducción del gasto público, endurecimiento del sistema fiscal, rebaja de salarios, etc; con el fin de disponer de la liquidez necesaria para la devolución no sólo del principal sino de los intereses generados, lo cual se ha traducido en los recortes que todos conocemos y que nos han llevado a una peor calidad de vida; convirtiéndonos, en definitiva, en esclavos de la U.E.
[pull_quote_left]El problema de Grecia se ha convertido en un problema de todos, por ello que la solución también debe estar en manos de todos, pero sin oprimir a los menos favorecidos económicamente. Todos sabemos que este problema se podría solucionar si el Banco Central Europeo tuviera más poder y emitiera eurobonos que servirían para poder financiar de forma más barata a los países periféricos[/pull_quote_left]Por lo tanto, se trata de préstamos acompañados de olor a estafa, porque en vez de ser los impuestos a las grandes fortunas los que hagan frente en su mayor parte a la devolución, consecuente con una política fiscal distributiva de “quien más gane más paga”; pero, sobre todo, porque son ellos los que más beneficios han obtenido en la época de bonanza. Sin embargo somos los asalariados, autónomos y pequeños empresarios los que estamos pagando el pato, hasta el límite de la asfixia, lo que convierte a los rescates en un terrorismo financiero al tener que pagar religiosamente bajo amenaza un “impuesto revolucionario” pergeñado por los Estados ricos.
Cierto es que la salida del Grecia de la Zona Euro podría tener un efecto contagio a otros países, porque con la quiebra de Grecia peligraría mucho la subsistencia de Portugal. Y si llegara el caso de que Portugal quebrara, ¿a quién creen que le afectaría más?, obviamente a España, nuestro país vecino dejaría de pagarnos 65.700 millones de euros complicando aún más la muy delicada situación española y por lo tanto profundizaría la recesión económica, generaría aún más desempleo y quién sabe si también llegaríamos a una quiebra, que de producirse produciría el colapso económico mundial.
Así, el problema de Grecia se ha convertido en un problema de todos, por ello que la solución también debe estar en manos de todos, pero sin oprimir a los menos favorecidos económicamente. Todos sabemos que este problema se podría solucionar si el Banco Central Europeo tuviera más poder y emitiera eurobonos que servirían para poder financiar de forma más barata a los países periféricos, como el nuestro, estimular el mercado para que no haya tantos ajustes y hacer que la recesión sea más breve. El coste de la deuda para Alemania probablemente fuera mayor que el coste que tiene ahora, pero aún así, sería una solución mucho más buena para el Gobierno Alemán que si Grecia dejara de pagar su deuda y saliese del euro.
Pero también debemos pensar que Alemania tiene una deuda histórica contraída, aunque solo sea moralmente y, consecuentemente de solidaridad, con el resto de Europa, si tenemos en cuenta la quita de su deuda externa en un 62% en el año 1953 mediante un acuerdo alcanzado en Londres por parte de 25 países acreedores de aquella. Deuda contraída por sus aires superiores de conquista durante la Segunda Guerra Mundial, y durante el tiempo posterior para que su economía resurgiera de las cenizas, nunca mejor dicho.
[pull_quote_left]Mientras nuestros hermanos helenos han sacado las uñas, mostrando su dignidad; los que estamos igual de oprimidos nos callamos y nos sometemos a las decisiones de un presidente marioneta del poder financiero[/pull_quote_left]La conclusión a la que llego escribiendo este artículo, estando aún caliente los datos del resultado del referéndum en Grecia que todos conocemos es que mientras nuestros hermanos helenos han sacado las uñas, mostrando su dignidad; los que estamos igual de oprimidos nos callamos y nos sometemos a las decisiones de un presidente del gobierno marioneta o pelele del poder financiero, permitiendo acuerdos económicos que van en contra del bienestar de la ciudadanía en general, en vez de gobernar por y para el pueblo. Acuerdos, por otra parte, leoninos y, por tanto, susceptibles de incumplimiento o resolución por contener cláusulas sangrantes, sobre todo para los países del sur de Europa, no sólo en el sentido de abuso, sino también en el sentido literal de la sangre que han derramado quienes no han podido soportar los efectos esclavistas y “desahuciadores” de este mal oliente rescate.
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2 comentarios en «Una Europa de esclavos»
Los orígenes de las actuales democracias esta en la polis griega, y de nuevo Grecia nos da una lección de dignidad. A ver si vamos tomando nota los españoles. Excelente artículo de opinión.
Sólo quienes gobiernan de espaldas a su propio pueblo, como el PP, se empeñan, como en todo lo que no le sigue la corriente, en atribuir unos efectos apocalípticos a lo sucedido ayer en Grecia. Pero, ya es hora de que un país europeo enseñe los dientes a la Unión Europea, a su Banco Central y al FMI, que, como bien describe Feliciano Morales, han convertido en esclavos a los estados más débiles que han tenido que recurrir al rescate debido a sus economías quebrantadas por el derroche, irresponsabilidad política e incapacidad de gestión efectiva de sus dirigentes, todo ello en connivencia con el Poder Financiero. Lo que está claro es que los ciudadanos griegos con el gesto de ayer han demostrado que el ser humano debe estar por encima de todo, y que si el sistema financiero hay que reestructurarlo pues que se haga, o se busquen sistemas económicos en el que todo el mundo salga beneficiado y no sólo los más ricos, como siempre, cuyas camisas de cuello blanco están manchadas de la sangre de los ciudadanos que han asfixiado con sus políticas económicas.