[dropcap]E[/dropcap]l que a estas alturas diga que estamos gobernados por ineptos tanto de un color como de otro no supone ninguna novedad. Es más, constituye un argumento tan repetido que nos lleva al hastío a aquellos que nos gusta hablar o escribir sobre política.
Me gustaría que llegase el momento de poder analizar una actuación política desde la perspectiva de una estrategia acertada y programa para conseguir resultados en pro del bien común, pero pensar esto es tanto como pedir peras al olmo, y no sólo por el hecho de la necedad de los propios protagonistas de este esperpento político al que estamos acostumbrados, sino también por los que están detrás de todo este engranaje, como asesores/guionistas, me da lo mismo de qué especialidad, que se empeñan en seguir manipulando a la opinión pública pretendiendo hacernos ver algo distinto a lo que es la pura y dura realidad.
Es muy fácil con datos meridianamente ciertos utilizados de forma interesada, extrapolándolos del contexto real y adaptándolos a un argumento ficticio, hacer que la masa poco pensante cual rebaño pastoreado por gente sin escrúpulos siga el camino equivocado bajo el convencimiento que es el más adecuado para llegar al redil en el que de forma placentera serán trasquilados para obtener una lana que sólo a unos pocos va a abrigar.
[pull_quote_left]Me gustaría que llegase el momento de poder analizar una actuación política desde la perspectiva de una estrategia acertada y programa para conseguir resultados en pro del bien común, pero pensar esto es tanto como pedir peras al olmo[/pull_quote_left]Y es que, resulta que después de tantos años andados en lo que presumíamos una democracia consolidada, nos hemos dado cuenta que si estamos donde estamos es porque no hay una auténtica democracia, sino ante una oligarquía de partidos, y porque quienes han gobernado lo han hecho tan mal que han demostrado que esto no es cuestión de izquierdas ni de derechas sino de capacidad suficiente para saber hacer las cosas bien, y hacerlas.
Pero el colmo de los colmos es cuando la ineptitud y la ineficacia ya no son más que suficiente para evidenciar lo manipuladores que son quienes nos gobiernan y sus asesores, todavía la cuestión se acentúa más cuando pretendiendo dar una vuelta a los resultados electorales, se inventan campañas de lavado de cara a modo de un cuento de hadas, donde con un toque de varita mágica es más que suficiente para cambiar los personajes y dar un nuevo color a la escenografía.
Ya lo he dicho en más de una ocasión, el tema no es que ellos como son; sino que los ciudadanos a modo de comparsa les sigamos el juego, y no sólo a los que gobiernan, cuyo grado de petulancia no tiene parangón al intentar dar la vuelta a la cosa con un logo que es lo más parecido a un sello de ganadería, de esos que sirven para marcar a las reses; sino también a otros que se han erigido en mesías del cambio ignorando a quienes buscan en la unión la fuerza, incluso a las corrientes críticas que han surgido en su seno.
Vamos que, lo nuestro, lo de los ciudadanos, hartos de tanta mentira y manipulación política, no tiene remedio, seguimos erre que erre tras los pasos de quienes nos prometen comida y sólo nos dan un mendrugo de pan para acabar el día. La madurez emocional de la ciudadanía sigue siendo la de un niño, no tenemos punto medio, o todo es muy malo, a rabiar, o por el contrario todo es muy bueno, dejándonos obnubilar por nuevos mesías.
Me imagino que muchos ya se habrán dado cuenta a quienes me estoy refiriendo y me los imagino frunciendo el ceño a medida que van leyendo lo que este ciudadano esta escribiendo a modo de espectador de lo que observa a su alrededor, sin ninguna otra pretensión que reflexionar en lo que convierte la política a determinadas personas cuyo ego esta por encima de lo que sería necesario para conseguir un cambio, que no es otra cosa, como ya he dicho, que la unión de todos los movimientos ciudadanos.
[pull_quote_right]Creo en el sentido común, y este sentido, o más bien la aritmética, me dice que uno más uno son dos, pero que podemos llegar a ser muchos, millones, y que el “tic-tac” del cambio puede acelerarse[/pull_quote_right]No creo en los mesías, y menos en los partidos políticos cuyo signo de supervivencia es la continúa confrontación con los contrarios, convirtiendo la política en un salvaje campo de batalla donde todo vale. Creo en el sentido común, y este sentido, o más bien la aritmética, me dice que uno más uno son dos, pero que podemos llegar a ser muchos, millones, y que el “tic-tac” del cambio puede acelerarse, y lo mejor de todo, asegurarlo frente aquellos que tanto juego sucio están haciendo, con pactos de gobernabilidad serios basados en la eficiencia.
Me parece del todo despectivo que se llamen cabezas de ratón a movimientos que han protagonizado día tras día una lucha frente a la opresión desde hace casi cuatro años. Me resulta triste, cuanto menos, que se tache de oportunismo a algo que se ha venido fraguando desde aquel 15M histórico, donde los ciudadanos, sin distinción de color e ideología decidieron enarbolar una única bandera de unión y lucha.
[pull_quote_left]Lo que se necesita es un buen equipo y un buen pacto de unión donde los protagonismos no tengan cabida, donde sólo tenga cabida los ciudadanos, el pueblo, el bienestar de todo y no de unos cuantos[/pull_quote_left]Pero sobre todo, no creo que para gobernar un país necesitemos un líder más o menos que encaje con los gustos de la gente, de pelo largo o corto, con pinta de progre o de licenciado de Oxford, porque la gente somos muy variada, y lo que a unos les gusta a otros no, y es que todo es respetable en democracia mientras se cumplan con las reglas del juego. Lo que se necesita es un buen equipo y un buen pacto de unión donde los protagonismos no tengan cabida, donde sólo tenga cabida los ciudadanos, el pueblo, el bienestar de todo y no de unos cuantos. Eso es una auténtica democracia participativa y no la de una candidatura de circunscripción única manejada al antojo de la cúpula cual asamblea marxista, donde no tienen cabida los disidentes.
El borreguismo no es sinónimo de lealtad ni de cambio cuando de política se trata. Éste ha sido el problema de los partidos de siempre, que la gente les sigue y les vota en aras de ideologías a las que no hacen honor. Por favor, no caigamos en el mismo error. A ver si aprendemos a ver más allá de nuestras propias narices porque sino el batacazo va a ser muy duro.
— oOo —
7 comentarios en «La fauna política»
Totalmente de acuerdo. Siempre la izquierda ha estado dividida por rencillas absurdas, por protagonismos. Desde luego que PODEMOS es un elemento clave en el cambio pero no puede erigirse en protagonista del mismo. Si alguien tiene que ser el protagonista es el MOVIMIENTO 15M.
El decir que dentro de la izquierda hay perdedores o ganadores equivale a decir que sólo hay perdedores, porque si perdemos, perdemos todos, y si ganamos, deberíamos ganar todos. En eso la derecha nos saca ventaja y si no nos damos cuenta es que somos muy estúpidos
El que PODEMOS no propicie la unión de la izquierda les va a pasar factura. El escenario ha cambiado desde las Europeas, la imagen de PODEMOS no es la misma, ha sido muy tocada por una campaña de desprestigio de la prensa palmera del gobierno, pero también por errores cometidos por sus propios lideres o personas cercanas al partido, y eso que todavía no han gobernado. Tiempo al tiempo.
¿por qué PODEMOS en las municipales ha ido en unión con otras plataformas ciudadanas y en las generales no?. Muy fácil porque a Pablo Iglesias no le dio tiempo a manipular todo, controlarlo todo. Este partido se ha convertido en uno mas de la casta. Dijeron que su estructura era una estructura horizontal y aquí el que manda es él. Dijeron que eran la viva imagen de la democracia participativa, y ahora va D. Pablo e instaura una candidatura de circunscripción única, donde sólo irán sus amiguitos y amiguitas, de hecho ya ha metido a Tania. En fin, este partido se ha alejado completamente del 15M para pasar a ser un partido del montón. QUE DECEPCIÓN pensé que iban a cambiar las estructuras, que iba a ser diferente, pero no es así, como los de la casta han empezado a hacer política de despacho y cena en reservados.
Dónde está el espíritu de unión del 15M al que tanto recurrió PODEMOS en sus inicios?. No somos un partido decía Pablo Iglesoas, somos una unión de ciudadanos, decía también, bla, bla, bla. Igual que el resto de políticos. Todo fachada
Dicen que no hay peor ciego que el que no quiere ver, y es que la euforia de PODEMOS y sus seguidores no les hace distinguir bien el camino. Me estoy refiriendo al hecho de que en las últimas elecciones municipales y autonómicas el partido más votado ha sido el PP. Otra cosa han sido los pactos de gobierno.
Por ello lo lógico es pensar que la primera fuerza política, y además así lo dan las encuestas sigue siendo el PP, por lo tanto la única forma de vencerlos es mediante la unión de toda la izquierda, incluido el PSOE. Ahora bien, si de lo que se trata es de echarnos en cara cosas del pasado, pues entonces estamos discutiendo de otras cosas que nada tienen que ver con intentar derrotar al Partido Popular.
En definitiva, lo que pienso es que si tal y como dice PODEMOS de lo que se trata es intentar cambiar el sistema dentro del sistema, es tanto como decir que el fin justifica los medios. Por lo tanto, siguiendo con esta línea maquiavélica ¿qué es lo que le impide a PODEMOS unirse a todas las fuerzas de la izquierda?. ¿No será que su Secretario General, como los de la mayoría de los círculos tienen un exceso de ego y poca perspectiva política?.
La izquierda en España nunca ha sabido caminar unida, y ahora no va a ser el momento porque todos quieren ser los protagonista del cambio. ¿Qué cambio?. Y lo más absurdo de todo no es eso sino que además los españoles nunca han votado con cabeza sino con pasión. Yo conocí PODEMOS después de las elecciones Europeas y presumían de no ser un Partido Político, además decían que en él no había afiliados sino implicados. De todo eso no ha quedado nada. La Asamblea Constituyente que hubo en Vistalegre (Madrid) después de verano pasado, fue una auténtica farsa al querer vender que de lo que se trataba era de una unión de ciudadanos, no de ideologías, dirigidos por un Secretario General. Desde ese momento se cargaron la democracia participativa que había reinado hasta entonces en su organización. Este partido va a caer y la única culpa la van a tener sus dirigentes. No se puede decir hoy una cosa y mañana otra, porque esa forma de actuar a los únicos que convence es a los borregos que buscan un mesías salvador.
Dijo un lobo a otros lobos que había a su lado viendo a lo lejos que se acercaba un gran rebaño de ovejas: tened cuidado amigos que a lo lejos vienen los de PODEMOS. Que ingenuos son sin creen que van a ganar las elecciones, tal vez si cambiarán de cúpula tendrían alguna opción de quedar los terceros.