El rector de la Universidad de Salamanca la recomienda por la calidad de los docentes, la atención a los estudiantes, los servicios que les proporciona a modo de residencias, actividades culturales, deportivas, biblioteca. «Todo ello, permite aprovechar mejor el tiempo de estancia en la Universidad»
¿Empresa y Universidad deben ser un binomio que marque el inicio del siglo XXI?
Es evidente que tienen que ir más unidas de lo que han ido hasta ahora. Eso significa ser capaces de generar proyectos de investigación en común. Incrementar más el tipo de investigación que hacen las universidades en relación a los problemas que tienen determinadas empresas, pero también que las empresas comprendan mejor como pueden utilizar, en beneficio del sistema productivo, todo el conocimiento científico que se produce en la Universidad.
¿Pueden los profesores de la Universidad ser empresarios?
La Ley de la Ciencia ha flexibilizado muchísimo más la posibilidad de que los profesores trabajen con las empresas. Permite, incluso, que un profesor universitario pase un periodo de tiempo trabajando en una empresa y vuelva a la Universidad. Permite una colaboración a tiempo parcial con las empresas. Con relación a ser empresario, esto ha sido siempre posible. La propiedad de la empresa, como tal, no es los mismo que el trabajar activamente en una empresa, sea tuya o no, y compatibilizar esto con la Universidad. Es aquí donde había problemas de la Ley de compatibilidades, en cualquier caso la Ley de la Ciencia ha flexibilizado muchísimo el que un profesor universitario pueda destinar parte de su tiempo a una empresa, naturalmente un trabajo relacionado con su capacitación como profesor.
Háblenos del mecenazgo. ¿Cree que la cantidad de millones que se han ido de España a paraísos fiscales estarían mejor empleados si estuvieran en la Universidad?
Es evidente que sí. No obstante, la tradición de mecenazgo en España, y en general en los países latinos, es muy poca.
¿Tendríamos que tener unas leyes fiscalmente más atractivas?
Sin duda, pero las leyes actuales conceden ya exenciones fiscales de determinado tipo, ciertos beneficios fiscales a las cantidades invertidas en ONGs y universidades. Además de esto, ahora tenemos las deducciones fiscales y extraordinarias con motivo del VIII centenario de la Universidad que comienzan el 1 de noviembre y duraran tres años, para los acontecimientos, eventos y construcciones, proyectos que específicamente determine la comisión certificadora, en cuento salga el Real Decreto que organice el VIII Centenario como tal, se dirá quién es la Comisión que certifica qué dinero invertido tiene derecho a esas exenciones fiscales extraordinarias.
Rector. ¿Podría haber una Ley de Mecenazgo más generosa?
Sí. Además, ha sido una demanda amplia en todos los sectores. En España, es verdad que se ha focalizado mucho la Ley de Mecenazgo hacia proyectos más artísticos y culturales, porque en la tradición española la ciencia nunca ha pensado nadie que fuera cultura. Quizá eso explica nuestro retraso histórico en esta materia con respecto a otros países. Esta sensación de que sólo es cultura lo que tiene que ver con las humanidades.
¿Cómo va el VIII Centenario?
Estamos pendientes de que se promulgue el Real Decreto que ya había, que declaraba al VIII Centenario un acontecimiento del Estado, y en ese Decreto se configurará una comisión interinstitucional con representantes de ministerios y dentro de ella, unas comisiones más ejecutivas, de cara sobre todo a los proyectos que luego puedan tener algún tipo de desgravación fiscal, pero la Universidad tiene que ser el primer agente de producción de sus propios proyectos y de presentar estos proyectos a las comisiones.
¿La Universidad de Salamanca puede ser la ‘lanzadera’ de las universidades de Europa en Latino América?
De alguna manera ya lo somos. Tenemos la colaboración de otras universidades españolas. Estamos en red con universidades latinoamericanas. Estamos trabajando extraordinariamente en las acciones destinas a crear un espacio latinoamericano del conocimiento donde haya un estudio unificado del tipo de proyectos que hay que hacer, de la transferencia automática de créditos. Posiblemente, en una segunda fase el reconocimiento automático de títulos. Todo esto sería muy importante y aquí la Universidad de Salamanca tienen un papel muy importante que jugar y lo estamos jugando ya.
¿Por dónde va la investigación de la Universidad, tanto de las carreras denominadas de letras, como en las de ciencias?
Aquí hay muy buena investigación tanto en ámbitos de humanidades, como científicos, incluso técnicos. Eso no significa que todos los departamentos, ni todas las áreas sean extraordinariamente buenas, pero sí tenemos puntas de investigación muy importantes en todos los campos. Ciertamente, hay un gran trabajo que hacer en este camino. Siempre hay que progresar en investigación, eso es lo que determina el futuro de la Universidad. Naturalmente, sin olvidar nuestra primera función que es atender a los estudiantes que recibimos, pero es muy difícil disociar una buena docencia de la investigación. Donde no hay buena investigación, a la larga no hay buena docencia.
[pull_quote_center]Descapitalizarse de los mejores talentos es absolutamente un desastre y permitirlo una irresponsabilidad[/pull_quote_center]
¿La Universidad tiene algún plan de ‘repesca’ para traer a los investigadores que se han marchado?
Atraer y retener todo el talento que se va es un problema nacional. Tendría que haber un plan estatal, habría que evitar que se vayan y a la vez, atraer talento de fuera. Cuando sólo se van y no viene estamos hablando de fuga de cerebros. Este es un problema gravísimo que se ha empezado a producir estos últimos años con la crisis económica y que la sociedad española y el Gobierno tendrían que pensar que esto es una bomba de relojería. Descapitalizarse de los mejores talentos es absolutamente un desastre y permitirlo una irresponsabilidad. Esto hay que decirlo con toda claridad, sé que hay una crisis, que los fondos son limitados, pero la política consiste en prioriza y esto es un tema prioritario y creo que, en su mayoría, la sociedad española no se da cuenta.
¿Qué están haciendo desde la Universidad?
Nosotros tenemos planes. Modestamente estamos intentando traer buenos investigadores y mantener a los mejores. Tenemos un ambicioso programa de contratos pre doctorales, no hay tantas universidades que los tengan; de contratos postdoctorales, prácticamente ninguna Universidad tiene programas de promoción de este tipo; de programas de técnicos de investigación, tampoco los hay. Hemos intentado volver a hacer concursos de plazas nuevas de ayudantes de doctores, que es la entrada a la Universidad. Además, para garantizar que esta entrada sea buena hemos puesto en marcha un proceso, que yo sepa absolutamente novedoso, los departamentos que precisan un ayudante de doctor, nos tienen que enviar una lista de posibles candidatos que nos van a evaluar la Agencia de Calificación de Castilla y León y solamente cuando tenemos la garantía de que habrá muy buenos candidatos, damos una plaza a ese departamento. Es un sistema que trata de conseguir que se queden, si estaban aquí, o que vengan personas muy buenas para poder entrar en la Universidad. Todo esto es previo a un concurso que es abierto y se puede presentar todo el mundo, pero lo que hacemos con este sistema es garantizarnos que habrá buenos candidatos.
¿Y transparencia?
Sí, porque es completa. Todos estos actos son públicos. Las evaluaciones de los pre candidatos son externas, ni siquiera la hace la Universidad, después los concursos se hacen con las comisiones que marca la Ley.
[pull_quote_center]De lo que se trata no es que la Universidad nombre un Doctor Honoris Causa que sea Nobel y luego colabora de alguna manera, sino que tus propios profesores, algunos de ellos, puedan ser premios Nobel[/pull_quote_center]
En septiembre será investidura Honoris Causa po Mario Vargas Llosa. La categoría de una Universidad está ligada a los Nobel que den clase en ella. La Usal cuenta con varios Honoris Causa que son premios Nobel. ¿Vincularan más activamente a estas personas con la Universidad?
Siempre intentamos que los Honoris Causa desarrollen algún tipo de actividades en la Universidad. Es verdad que no es fácil, porque son personas con agendas muy ocupadas. Eso no quita que intentemos que sea así en un futuro. En cualquier caso, eso no tiene ningún efecto sobre lo que se valora en los ranking. Porque de lo que se trata no es que la Universidad nombre un Doctor Honoris Causa que sea Nobel y luego colabora de alguna manera, sino que tus propios profesores, algunos de ellos, puedan ser premios Nobel.
¿Cree que sería posible tener alguno en Salamanca?
Sería difícil, por la estructura actual de la universidad española que eso pase en un futuro corto, porque no tenemos ninguna competitividad salarial. Es muy difícil pensar que tú puedas atraer a un joven muy prometedor o retenerlo cuando le estas ofreciendo unos salarios que puede ser una tercera o una cuarta parte de los que puede obtener en otro tipo de universidades y unas instalaciones, que en este sentido no hay tanta diferencia, pero sí la hay en la de integrarse en un grupo donde todas las personas son de una extraordinaria calidad.
[pull_quote_center]Desde los años de la crisis, la financiación en investigación se ha reducido más de un 30%.[/pull_quote_center]
Es decir, la universidad española no tiene capacidad de fichar.
No, aquí el sueldo es el que es, al igual que la cantidad de dinero. A veces se nos olvida que lo que consigue la Universidad española con su presupuesto se puede calificar de un milagro. Tenemos presupuestos cuatro o cinco veces menores que los de Universidades del mismo número de estudiantes. No sólo porque consigan más financiación externa, que probablemente también, la propia financiación estructural, sin la cual es imposible hacer movimientos a largo plazo, que tienen que estar basados en mecanismos de financiación estructural porque de no ser así, no son sostenibles. Tenemos presupuestos que dificultan mucho fichar y retener. Quién quiera que haga el paralelismo con el fútbol y lo entenderá perfectamente. Si queremos tener al Messi o al Ronaldo de la investigación hay que pagarles y no cobran lo mismo que si quieres tener al menesteroso delantero de segunda B.
¿Cómo está la financiación de la investigación universitaria?
Desde los años de la crisis se ha reducido más de un 30%.
¿Cuánto dinero se necesitaría para que fuéramos competitivos?
No es sólo una cuestión de millones, va todo unido. Tiene que haber alguien que sepa elegir a Messi y para ello, se necesita más autonomía universitaria, un cambio del sistema de gobernanza y un cambio del modelo de financiación, porque tiene que ir ligado a los resultados. No sólo es más dinero, es más mecanismo de control. Es un nuevo sistema de gobernanza que permita elegir los títulos; es mucha mayor flexibilidad y agilidad en la modificación de la oferta docente; es un cambio completo del sistema de como este país ve las universidades. Evidentemente, el sistema sería mucho más caro, pero meter el dinero como tal, tampoco serviría de nada, sería tirarlo.
Tenemos una estructura de universidad un poco ‘chapada’ a la antigua…
Tenemos una estructura de universidad, no digamos del siglo XIX, pero necesitamos un sistema del siglo XXI, con el sistema actual se puede progresar, se puede mejorar,… Si vuelven los niveles de financiación de antes de 2007 mejoraremos, pero no cubrirá el diferencial, porque otras universidades están mejorando mucho más deprisa.