Las Escuelas Mayores de la Universidad albergaron este miércoles la entrega de diplomas a los 16 alumnos de los “Campus Inclusivos, Campus sin límites 2015”, de la mano del rector de la Universidad de la Salamanca, Daniel Hernández Ruipérez. Un programa colaborativo de la Universidad en el que se ayuda a jóvenes discapacitados a convivir y a abrirse camino hacia el mundo universitario.
Al acto acudieron la vicerrectora de Atención al Estudiante y Extensión Académica, Cristina Pita Yáñez; la comisionada de la Fundación ONCE, Isabel María Martínez; el asesor del Director General de Política Universitaria Enrique Collel; el técnico del Departamento de Educación y Formación de REPSOL, Luis Vera; y el director del Servicio de Asuntos Sociales de la Usal, José Antonio Fuertes Martín.
Tras dar los diplomas, dos de los alumnos, emocionados, dieron un pequeño discurso para sus compañeros. Verónica y Tony hablaron sobre ese miedo que le tenían a la universidad, a no ser iguales al resto, pero, tras conocer la Universidad, se han dado cuenta de cuánto están implicados con las personas con discapacidad. Narraron algunas de sus vivencias en el campus, como aprender lengua de signos, “bueno… más o menos”, puntualizaba Tony, entre risas de sus compañeros, o hacer maratones, de metros, eso sí.
Pero lo más importante que cuentan es que han hecho fuertes lazos de convivencia y ahora se consideran casi una familia. Todos llegaron con nervios y salen con confianza tras haber vivido una gran experiencia en la que han aprendido que todas las discapacidades no son iguales, pero que “más allá de la discapacidad está la persona”, como decía Verónica.
Romper barreras
Este proyecto surgió de la problemática social de que más de la mitad de los jóvenes con discapacidad abandonan los estudios, y una de las razones es el miedo a la universidad, a ser rechazados. Como decía Isabel María Martínez, “hay que romper esa barrera”. El empleo es considerado el primer elemento más importante para la realización de una persona y para conseguir un buen puesto de trabajo cada día es más necesaria una formación adecuada y superior. Los campus inclusivos, como explicaba Enrique Collel, hacen al alumno preguntarse lo que quiere hacer.
Por otro lado, el rector anunció otra estrategia de la Usal a largo plazo, y es el que en el año 2018 la Universidad cumplirá 800 años y por esa fecha quieren haberse convertido en el campus más inclusivo y accesible, para lo cual han ido mejorando las instalaciones y ya reciben a más de 200 alumnos con necesidades especiales cada año. De momento la Universidad va por camino, ya que son la universidad con la puntuación más alta del programa.
Texto y fotos: Paula Castro Romo
