
El secuestro de los tres periodistas españoles, José Manuel López, Ángel Sastre y Antonio Pampliega, preocupa al Gobierno, a los compañeros de profesión y especialmente a los familiares y amigos de los profesionales de la información
Ricardo Martínez Llorca es escritor salmantino y amigo del fotógrafo leonés secuestrado en Siria, José Manuel López, ‘López’ como le gusta que lo llamen, desde hace más de veinte años. Han compartido noches de ronda, días de alpinismo y hace cuatro semanas le escribió un mensaje diciéndole: ‘Hace mucho que no nos vemos, tengo que acercarme por Salamanca’. «A López le gusta hacer amigos», comenta Martínez Llorca.

El escritor salmantino y el fotógrafo leonés se conocieron «una noche de fiesta». Les presentó una amiga común y desde ese momento, «hemos sido amigos. Me comentó que le gustaba la montaña, a mí también, y le dije que iba a ir a Los Alpes. Ni corto ni perezoso se apuntó al viaje y desde entonces hemos compartido muchos momentos. De eso hace más de 20 años».
López trabajó en un periódico de León más de una década. «Siempre juntaba días para poder irse de viaje a lugares recónditos y remotos». Le gustaba hacer fotografías de denuncia social, aunque su sueño era reflejar con sus imágenes lugares en conflicto. Es freelance. Suele viajar solo y luego vender su trabajo. No ha tenido el apoyo de un medio de comunicación. «López hace fotos donde no llega nadie. Es un enamorado de su trabajo, tanto es así, que aunque estuviera en lugares en conflicto, él siempre pensaba que no le iba a pasar nada».
Ricardo se ha puesto en contacto con los amigos comunes y también quiere hacerlo con la familia. «Ellos tienen que saber que estamos aquí para apoyarlos». Recuerda que López, con su 1,97 metros, desgarbado y con su inglés «macarrónico» sólo trabaja para «divulgar lo que ocurre en lugares donde no entra nadie».
Para López viajar era ir al tercer mundo. No era la primera vez que trabajaba en un país en guerra, ya había estado en Afganistán. «Alguna vez lo vi enfadado, pero nunca triste», recuerda el amigo salmantino.






















