[dropcap]E[/dropcap]sta última semana de julio ha terminado en la Universidad de Salamanca el último plazo para matricularse de los estudios de Grado.
después de estos dos plazos de matriculación ha salido la noticia en la prensa de que el 70% de los alumnos se ha matriculado en el grado que habían marcado como “primera opción”. Esto que indica que 7 de cada 10 han conseguido matricularse en los estudios que querían en un principio. Sin embargo, según un estudio publicado el pasado año, un 20% de los alumnos abandonan la carrera el primer año, y aproximadamente un 7% comienza otra carrera diferente. Ante estos datos, ¿saben los estudiantes elegir bien sus carreras?, ¿son conscientes de sus nuevos retos y vocaciones?
¿Son los estudiantes de 18 años lo suficientemente maduros para saber elegir su futuro con responsabilidad?. Posiblemente sí, pero quizá no disponen de la suficiente información sobre el mundo laboral que les rodea y en el que se introducirán unos años después, al igual que muchos de ellos tienen un profundo desconocimiento del sistema académico universitario. Por este motivo, no es sencillo elegir la carrera que van a cursar, y mucho menos si no tienen referencias familiares cercanas que hayan estudiado los años previos y que puedan ejercer de ayuda. Es muy importante una buena elección, ya que lo contrario puede suponer muchos años de frustración y desmotivación.
¿Qué consejos se le pueden dar a los estudiantes que empiezan?
En primer lugar, hay que partir de dos premisas fundamentales. Una de ellas es que tienen que estudiar lo que más les gusta. Los estudios universitarios son muy duros y duran cuatro años y les orientan para ejercer un determinado puesto de trabajo en la sociedad. Si el contenido que están estudiando es agradable para el estudiante, va a facilitar mucho su posterior rendimiento.
La segunda de ellas es el análisis de las salidas laborales y las aptitudes del alumnado en desarrollar una determinada profesión: no es lo mismo adquirir unos conocimientos que luego ejercer una determinada profesión. Con respecto a las salidas profesionales, se requiere mucha información para saber si realmente un determinado grado ofrece salidas laborales y qué tipo de salidas son. Más aún en este momento, en el que el mercado laboral exige a mayores muchos estudios de posgrado.
Estas dos premisas son fundamentales para una buena elección, y a veces son contrapuestas: los estudios que gustan a veces no son los que más salidas laborales tienen y viceversa. Entonces, ¿qué se debe hacer?. Desde mi opinión, lo importante es buscar un equilibrio entre ambos factores.
Por otro lado, el estudiante debe ser consciente de sus propias capacidades, su constancia en el estudio, y sus posibilidades de éxito. Un análisis erróneo de este punto es lo que lleva a muchos alumnos a abandonar un grado, o a alargar de forma considerable la duración de sus estudios.
Otros factores a tener en cuenta y cada vez más importantes son los motivos económicos. El hecho de que en tu propia universidad se oferte un determinado grado es un buen motivo para cursarlo, más aun teniendo en cuenta las condiciones económicas que atraviesan muchas familias, la escasez de becas y ayudas al estudio, y la increíble subida de tasas durante los últimos años.
Una vez vistos estos tres puntos, el alumno debe olvidarse un poco de las guías de orientación sobre estudios universitarios e intentar contactar con personas reales que conozcan los estudios que le interesen y ante todo el mercado laboral existente en una determinada área. Esa es la información verídica que puede ayudar a una buena elección.
¿Qué es lo que nunca se debe hacer?
En primer lugar, nunca se debe elegir una titulación porque sea la que van a estudiar tus amigos, el chico o chica que te gusta, o porque es la carrera de moda: en la que más fiestas universitarias se hagan o en la que la gente vista de una determinada forma. Este tipo de elección es mucho más frecuente de lo que muchas personas se piensan.
Tampoco se debe elegir una titulación porque su nombre suene muy bonito. Antes de nada, hay que informarse de la utilidad y contenidos de esa determinada carrera.
Además, no es recomendable estudiar un grado para cuyas asignaturas no se sienta uno capacitado. Con esto me refiero a muchas personas que quieren acceder a una ingeniería sin haber estudiado matemáticas, o estudiar Filología clásica sin saber latín. Quizá unos meses después sean conscientes de las dificultades que eso conlleva…
Sea como fuere, errar es de humanos, y lo que para algunos es una decisión sencilla, para otras personas puede suponer algo muy complicado. Muchos de ellos nunca sabrán si su elección fue la correcta, pero su nueva trayectoria ha comenzado a trazarse…
1 comentario en «¿Saben los estudiantes elegir bien sus carreras universitarias?»
Yo estoy convencida de que los estudiantes tras el Bachillerato deberían tomarse un año sabático para pensar, viajar, hacer voluntariado, trabajar… Etc, como se hace en otros países. Se trata de conocer mejor el mundo y a uno mismo antes de tomar una decisión tan importante. He visto a demasiada gente no sólo dejando sus carreras, sino acabándolas y dedicándose a otra cosa tras darse cuenta de que no les gustaba.