Santa Marta de Tormes despidió este domingo sus fiestas patronales con una jornada intensa que comenzó con el toro del aguardiente.
Se trata de una cita ineludible en el programa festivo de la localidad trastormesina, en la que se dan cita, sobre todo, los jóvenes después de una noche de sábado sin tregua.
Este año, la verbena acabó a las 5.30 horas, más temprano que el pasado, que permitió a los asistentes pasar de inmediato al toro del aguardiente. Pero daba igual si el evento se hacía esperar un poco más.
La plaza se llenó para ver los revolcones habituales, este año sin importancia, y la emoción de los recortes, aunque, la verdad sea dicha, allí la gente va para ver si alguno sale volteado, y los que están en el coso, a no darles el gusto.
La Guardia Civil saca del ruedo antes y durante el espectáculo a los que están cocidos, que son carne de cogida segura, y con ello se reduce bastante la probabilidad de que alguien sufra un percance.
El programa se retomó a las dos de la tarde con un encierro taurino infantil y el almuerzo para los niños. Ya por la tarde, juegos tradicionales, el espectáculo ecuestre, el festival provincial de sevillanas, una degustación de carne de morucha, fuegos artificiales y otro verbena fin de fiesta.
