La Junta de Castilla y León ha puesto en marcha el protocolo establecido ante la aparición de un brote de intoxicación que afecta a 19 personas, todas ellas religiosas de un convento de Cantalapiedra.
Los técnicos del Servicio Territorial de Sanidad de la Delegación Territorial de la Junta en Salamanca han iniciado la encuesta epidemiológica y han puesto en marcha los mecanismos establecidos en el protocolo de control de las intoxicaciones por agua y alimentos.
El objetivo es averiguar la causa que ha provocado la intoxicación en las 19 personas afectadas, todas ellas religiosas pertenecientes a un convento de la localidad de Cantalapiedra.
Las religiosas afectadas presentaban cuadros de fiebre alta, vómitos y diarreas.