Las dos mujeres de Cuenca que permanecían en paradero desconocido desde el pasado jueves fueron halladas muertas y enterradas en cal viva junto al río Huécar. Un ciclista que pasaba por el lugar dio la voz de alarma y posteriormente se confirmó que aquellos cuerpos sin vida son los de Laura del Hoyo, de 24 años, y Marina Okarynska.
A falta de conocer el resultado de la autopsia que se le está practicando a los cadáveres, la consternación se ha apoderado de los familiares de las víctimas y de los conquenses, que han salido a la calle este mismo jueves para expresar su repulsa por los crímenes de las dos mujeres.
Laura y Marina desparecieron en compañía de Sergio Morate, exnovio de Marina, principal sospechoso de sus muertes y en paradero desconocido. Se trata de un joven de 30 años con antecedentes por maltrato y retención ilegal a una novia anterior. La Policía lo busca con la ayuda de la Interpol, porque podría haber huido a algún país sin tratado de extradición con España, un aspecto por el que se había interesado por conocer recientemente.
El río Huécar nace a unos tres kilómetros de la localidad de Palomera, donde la policía había registrado ya una casa de la familia de Sergio Morate, municipio del que son naturales los padres del principal sospechoso.