Las fiestas de Guijuelo comenzaron oficialmente este viernes con la reunión de las peñas, primero para comer y luego para participar en el tradicional chupinazo.
La plaza de la villa se llenó, como suele ser habitual, de la chiquillería y los jóvenes deseosos de marcha.
Baños de agua y sangría para todos, también para los avisados, y mucho bullicio en unas fiestas que tienen bien ganada su fama.
Tras la presentación de la corte de honor llegó el pregón a cargo del cocinero Fran Vicente y luego una noche frenética.
Este sábado se celebra el día de la patrona, Nuestra Señora de la Asunción, degustación en la plaza, la primera de las tres citas taurinas de las fiestas, y espectáculo de variedades antes de la verbena.