La Bolsa española se dio este lunes el gran batacazo del año tras perder un 5,01 por ciento, la mayor caída en un solo día desde la que experimentó el 3 de agosto de 2012.
La inestabilidad en los mercados asiáticos, que este lunes se desplomaron, se contagió al continente europeo, donde los principales mercado cayeron igualmente con fuerza.
El Ibex 35 perdió la barrera de los 10.000 puntos para cerrar en 9.756, pero la caída se atenuó al final, porque en algunos momentos llegó a ser del 7%.
París cedió un 5.35 por ciento, Londres un 4,67, Alemania un 4,96 y Milán un 5,96 por ciento. Wall Street, por su parte, cedía a media sesión un 1% después de abrir con una caída inicial del 7%.
Las causas hay que buscarlas en el frenazo del crecimiento de la economía china, que motivó varias devaluaciones del yuan y un abaratamiento de las materias primas, así como turbulencias en el mercado de divisas, como en Brasil, que ha ocasionado que el Santander perdiera este lunes casi un 7% de su valor en una sola sesión.
Paralelamente, el petróleo está en mínimos de los últimos años debido a un exceso de oferta y una demanda que no acaba de recuperarse, y el dólar sigue fortaleciéndose ante el euro.
