[dropcap]N[/dropcap]os escandalizamos frente a quien roba para comer, pero justificamos al político que lo hace, simplemente por avaricia, volviéndolo a votar.
Nos manifestamos por la crueldad de algunas personas con los animales, lo cual es loable y necesario, pero cerramos la puerta de nuestra casa a quien llama a ella porque necesita nuestra ayuda.
No prestamos atención, o simplemente giramos la cabeza para no ver a quienes piden caridad en las esquinas de nuestras calles, hasta el punto, algunas veces, de sentir repulsa hacia ellos porque ensucian nuestras calles o dan mala imagen a la ciudad.
No hay peor ciego que el que no quiere ver, y no hay peores personas que aquellas que carecen de sentimientos frente al sufrimiento de otros.
Pero lo peor de todo, es que no hay mayor bajeza humana que la de aquellos individuos que justifican políticas de exclusión frente a quienes huyen del hambre y, en muchos casos, de una muerte segura, o guardan silencio ante la omisión de socorro por parte de algunos Estados, como el nuestro, que pone barreras llenas de cuchillas o apalea a quien busca dentro de nuestras fronteras una vida más digna de la que ahora tienen.
Nos olvidamos de nuestra historia, de cuando tuvimos que emigrar a otros países de Europa o de Latinoamérica porque en el nuestro no había mucho que rascar. Justificamos que la nuestra era una emigración segura, porque había papeles. Acaso, ¿sólo por un papel debemos dejar morir a nuestros semejantes, cuando, precisamente si carecen de ellos es porque en los países de los que huyen ni siquiera hay una Administración segura que los expida sin trapicheos o mafias intermedias?.
[pull_quote_left]La impotencia y la emoción de ver las imágenes de esas vidas arrancadas por el mar, me impiden seguir escribiendo. Buscaban la vida y encontraron la muerte. [/pull_quote_left]Otros buscan la justificación de su conducta pasiva en que deben ser los políticos los que den las soluciones. A ellos me dirijo, a los que se justifican y a quienes por su responsabilidad política no hacen nada. Bien dicen que nuestros representantes, a veces, son la imagen de quienes representan, o no me digan que miento o que mi argumento es falaz, porque todavía no he oído ninguna declaración oficial del gobierno de España, de pésame y dolor frente a quienes han perdido y siguen perdiendo su vida en esa travesía que, intentando ser de vida se ha convertido en muerte o de más sufrimiento para los huérfanos que han perdido a sus padres, o para las madres sin sus bebés; sino todo lo contrario un gobierno que ha dado luz verde a la misión militar contra la inmigración, según ellos, irregular en el Mediterráneo
No se trata de poner barreras, sino de solucionar el problema del hambre. No se trata de poner distancias, sino de que la brecha sea cada vez menor entre países pobres y ricos.
¿Dónde está Europa?, ¿dónde está la Unión Europea?, ¿por qué todos huyen del problema?, ¿dónde está la solidaridad?.
Sí, es cierto que en nuestro país hay gente que sufre a pesar de la recuperación económica de la que tanto se jacta el gobierno del PP, pero no hay comparación con el sufrimiento de esas gentes, algunos huyendo de guerras impuestas por el fanatismo y consentidas por los países ricos que viven del comercio de las armas.
Es muy difícil definir en pocas palabras las penurias que están pasando miles y miles de personas en estos mismos momentos intentando huir del horror, pero más difícil, aún, es definir la impotencia y la rabia que siento al ver que nuestros políticos no hacen nada. Les preocupa más la lucha por el poder ante las próximas elecciones generales que éxodo que estamos viviendo. Ojalá se pudran en su poltrona, en su torre de marfil. A mí no me representan. Gente así no merecen estar donde están. Ni los que están en España ni los que están en Europa.
La impotencia y la emoción de ver las imágenes de esas vidas arrancadas por el mar, me impiden seguir escribiendo. Buscaban la vida y encontraron la muerte. Descansen en Paz.
— oOo —
1 comentario en «Por un mundo sin fronteras. ¿A dónde hemos llegado?»
Poca gente se moja tanto como tú Feliciano, me gustas porque das la cara sin tapujos, sin vincularte a ningún partido o odeolgia. Criticas las injusticias sociales y eso es lo que me hace seguiré. Sigue así.