La Gendarmería turca recogió este miércoles el cuerpo sin vida de un niño sirio de tres años, que falleció ahogado junto a tres miembros más de su familia en el intento de cruzar el Egeo desde Turquía hasta la isla griega de Kos.
La imagen del pequeño varado en la playa turca de Ali Hoca Burnu ha dado la vuelta al mundo y ha ocasionado una enorme conmoción.
La fotógrafa de Reuters, Nilufer Demir, fue quien captó ese instante que resume la crueldad de la guerra y el drama de los refugiados.
Su familia pagó cerca de mil dólares a los traficantes por cada una de las plazas del bote que salió hace días desde la costa turca, en Alihoca, cerca de Bodrum. El niño de la foto se llamaba Aylan Kurdi, tenía tres años y murió junto a su hermano de cinco (Galip) y junto a su madre. Con ellos viajaba también Zeynep Abbas Hadi, madre de cuatro hijos, tres de los cuales también fallecieron.