[dropcap]D[/dropcap]esde el momento en que con Freud y la interpretación de los sueños se produce el inconsciente y si se acepta esa cuestión teórica pensar que uno puede controlar y autocontrolar no deja de ser sino un engaño para su vida, o en el mejor de los casos nos habla de un modo equivocado de pensar la vida, puesto que no se trata de ejercer un control sobre su vida sino de trabajar aquellas cuestiones que nos interesan cambiar para que nos ocurran. También es cierto que vivimos en una sociedad de la inmediatez. Si ves los eslóganes publicitarios, por ejemplo, de dietas de adelgazamiento son en una semana, si vemos determinadas terapias psicológicas van con el adjetivo de breves.
Hay una idea de que todo debe ser conseguido ya de inmediato: hable inglés en tres meses. Pero, ¿cómo? Si le costó más aprender el castellano. Quizás se pueda hablar en tres meses, pero que eso no es para todos, porque habrá quien en dos lo hable y quien en seis no lo haga.
[pull_quote_left]Algo de independencia hay que tener, y dependencia de muchas cosas y personas como algo real.[/pull_quote_left]Hay una idea de considerarnos a todos iguales, también en los libros de autoayuda, donde se ponen en práctica unas técnicas que sirven para controlar emociones en la medida que las emociones se pueden controlar, pero cada persona lleva su ritmo. Aceptar esto es bueno. Que la gente busca soluciones a problemáticas que les viven en muchos casos, y que a veces las buscan en esos libros, en especial en cuestiones de dejar de fumar, dejar de comer, el insomnio, yo les invito en este caso a que me consulten personalmente, pues fumar no es sinónimo de adicto al tabaco, ni siquiera la frecuencia de cigarrillos. Operan otras cuestiones si (igual que cuando alguien quiere hacer una dieta) la idea de que todo es con fuerza de voluntad, con esfuerzo, no es con trabajo.
Con trabajo deseante la fuerza de voluntad hace referencia de nuevo al autocontrol, pero es con trabajo. Además, hay que ver también qué supone o qué representan para el sujeto la comida, el trabajo, los estudios no sea que el sujeto sepa que puede gozar con otras cosas y eso le introducirá en otro mundo, luego la decisión es suya.
También ideológicamente se nos vende muchas veces la idea de que somos independientes cuando la realidad es que uno depende de la existencia de un bolígrafo para poder escribir, que algo de independencia hay que tener, y dependencia de muchas cosas y personas como algo real.
Yo les invito a que si tienen alguna duda sobre el tema consulten y también que nos dejen sus inquietudes en mi correo electrónico si así lo desean.
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M. Carmen García Mateos psicoanalista psicóloga de la Escuela de psicoanálisis y poesía grupo Cero, ATIENDE EN SALAMANCA Y EN JEREZ DE LA FRONTERA INFORMACIÓN 651831296 psicoanalista.m.carmengarcia@gmail.com