Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Opinión

Pobre comercio salmantino

Se Alquila

Me da mucha pena la situación por la que pasa el comercio salmantino… trampas echadas, pegatinas de “se alquila-se vende”, escaparates ocultados por papeles pegamos…

Les cuento un ejemplo -de hoy mismo, 10 de marzo- que quizá sea sintomático. ¿O no?

Necesitaba comprar un libro para regalar. Uno en concreto. Con autor y título. Un libro reciente: del verano de 2022, es decir, en el lenguaje de las publicaciones, un libro reciente.

Además un libro de cierta fama, solicitado y leído “como rosquillas”, un libro “de moda”, en “boga”… un libro admirado por la crítica, recomendado por las revistas y los programas culturales de radio y tv, un libro -por otro lado- acuciante y estremecedor.

Yo lo compré anteriormente otras dos veces. La primera cuando salió, en el mes de agosto. Sin ninguna dificultad: había torres de ejemplares. Pero, a mitad de lectura lo regalé a una amiga y fui a comprarlo por segunda vez. Fui a mi librería habitual en noviembre y no lo encontré. Marché, y al pasar por Zamora, en la primera librería que busqué, lo encontré.

Ahora quería regalarlo a otra persona. Y -por una especie de amor patrio que siempre he tenido- quise comprarlo en Salamanca y no en otra ciudad en la que ahora vivo.

Y, ¡albricias! ¡lo he encontrado! pero al sexto intento.

Intento primero: en la plaza de Anaya: “no lo tenemos”

Segundo y tercero intento: en calle concejo y en calle Zamora: “no, se ha vendido muy bien pero ahora no tenemos” (la misma respuesta en las dos)

Cuarto intento: plaza de san Boal: “para el martes se lo tenemos”

Quinto intentó -en plaza de España-: “no. Aquí no lo tenemos. nos queda un ejemplar en la Gran Vía”…

Ufff, que suerte. Soy el único salmantino que hoy ha podido comprar un libro de máxima actualidad, al que las difíciles circunstancias del mercado contemporáneo ha situado en la misma dificultad que los libros raros, descatalogados, antiguos…

¿Hay que buscar culpables? No apuntemos sólo a los comerciantes, también a los clientes, que en el cómodo y amplísimo mundo de internet y en el deslumbrante universo de los centros comerciales de las afueras de las ciudades, nos estamos acostumbrando a comprar de otro modo, olvidando a las tiendas vecinas bajo la excusa de “nos lo llevan casa”.

«Así nos luce el pelo”… cuando cierren las tiendas de siempre (las pocas que van quedando) nos lamentaremos, pero ¿Cuánto las hemos apoyado?

Por. Policarpo Diaz.
Salamanca 10 de marzo de 2023

1 comentario en «Pobre comercio salmantino»

  1. Bueno… Pero no quieren ser charros pa toda la vida???? No son cerrados con su majestuosa cultura??? No quieren que Salamanca sea el mismo pueblo por siempre y para siempre? No quieren todo regalado? No desvalorizan el esfuerzo de emprendedores propios y extranjeros??? Pues así nos irá y hasta peor! Y digo nos, porque vivo aquí en Salamanca pero con la suerte de venir de fuera y conocer otros países y ciudades… Y jamás había visto una cultura tan cerrada y retrógrada como en Salamanca, donde todo les parece caro, envidian al que emprende y le va medianamente bien, no apoyan ni al amigo que abre negocio… Que quieren???

    Responder

Deja un comentario

No dejes ni tu nombre ni el correo. Deja tu comentario como 'Anónimo' o un alias.

Te recomendamos

Buscar
Servicios