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Opinión

Resiliencia

Una flor sale en una acera. Imagen de Wolfgang Eckert en Pixabay.

Quisiera y no puedo comprender que hay en algunas cabezas para hacer el daño que hacen, sabiendo que lo que hacen causará lo que buscan que cause. Por un moment, me gustaría que esa palabra que tanto he oído últimamente y que he de confesar que me costó pronunciar, resiliencia, la tiene todo el mundo, pero si de algo me he dado cuenta es que nadie sabe sus capacidades hasta que las lleva al límite.

Como límite debería de ser la nueva tontería que se oferta en algunos países para evitar el bullying en sus niños. Operar a quienes padezcan bullying para que nadie se siga metiendo con ellos, por sus características físicas.

He visto cosas sin sentido, tonterías varias y tontos varios, pero esto es rizar el rizo del sinsentido y la sinrazón.

No considero que arriesgar la vida en un quirófano sea la solución a un problema de índole educativo, aunque el acoso escolar sea un problema médico, social y educativo, pero no creo que operar un trasero o una nariz acabe con un problema que muchas veces no tiene nada que ver con lo físico. Quizás si operamos las pocas neuronas que mucha gente demuestra, nos llevaríamos una gran sorpresa, porque las ideas que se les ocurren no tienen cabida en ningún circo que conozca.

Y hablando de temas médicos, me gustaría hacer un guiño a quienes en estos días celebran sus días internacionales, como las personas que sufren fibromialgia, entre carencias, falta de especialistas, recortes médicos y unidades que desaparecen o no llegan.

Los enfermos crónicos son personas que en un cambio o retraso de cita pueden empeorar o mermar su calidad de vida, por no hablar de la desesperación que provoca saber que tu cita, con una medicación diaria, tardará incluso algún añito en llegar.

Les aseguro que quienes tienen una enfermedad crónica, mantienen dolores o malviven con capacidades mermadas debido a enfermedades y accidentes, no usan la Sanidad por gusto, ni piden citas médicas porque sí. La intranquilidad que puede llevar a no saber que le pasa a tu cuerpo o tu mente, no puede depender de largas listas, depender de la partida que se gestione o del dinero que tengas en tu cuenta corriente.

No se trata de pedir por pedir, se trata de ser justos con necesidades prioritarias y ante las que debemos dar una respuesta que se mantenga a la altura de las circunstancias.

Recursos sanitarios que también fallan cuando se habla de acoso escolar, acceder a unidades de trastornos alimentarios, psicólogos o psiquiatras a veces es ‘pedir peras al olmo’ ante situaciones que no pueden esperar y que se ponen de manifiesto cuando se ven en televisión o en medios de comunicación, noticias como la que están ocurriendo, aunque lamentablemente sea ya sea tarde para quienes la protagonizan.

No quiero adelantarme a las conclusiones que puedan sacar desde el caso que ha acontecido en Oviedo en el que dos menores mellizas de doce años se han tirado por una ventana en lo que se da por hecho que es un suicidio. Se investiga su entorno, teléfonos y centro educativo.  Aparece la palabra bullying una vez más, que vecinas y compañeros pronuncian ahora.

La ley del silencio aparece de nuevo, si esto es así, habría que preguntar si todos lo sabían: ¿Por qué callasteis? El silencio cómplice se lleva vidas, roba infancias y rompe familias.

Ser cómplices de esto y de otras muchas barbaridades, no te hace mejor persona, te vuelve un cobarde y eso lo cargaras el resto de tu vida.

La sombra del bullying vuelve a capitanear un suceso que vuelve a marcar lo que se calla, lo que se siente y lo que pasa por la cabeza a quienes vivir entre la hipocresía y la maldad de otros les hace cruzar una línea roja en la que el retorno no tiene cabida.

Asociación Salmantina Contra el Bullying y el Ciberbullying

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