El Índice de Precios de Consumo (IPC) bajó en el mes de julio hasta el 2,8%, lo que supone seis décimas menos que el mes anterior. Esta caía en la inflación se debe especialmente al abaratamiento de la electricidad y a la contención en los precios de los alimentos. Hay que tener en cuenta que desde el 1 de julio el IVA del aceite ha pasado del 5% al 0%.
La tasa de inflación se situó en el mes de julio en el 2,8%, seis décimas menos que la media del mes anterior, según los datos definitivos publicados este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). De esta manera, ya son dos meses consecutivos de descensos en el IPC, tras las subidas de marzo, abril y mayo.
La caída en los precios de la electricidad y los alimentos son los principales responsables de esta menor inflación. Dentro del último grupo, destaca el abaratamiento en la fruta y los aceites y grasas con respecto a la subida registrada en el mismo periodo del año anterior. Además, en el caso del aceite, desde el 1 de julio se encuentra exento de IVA (antes estaba gravado con un 5%).
El descenso del IPC de julio supone el segundo mes consecutivo de bajadas, después del alza en los meses de marzo, abril y mayo, y se sitúa en valores del pasado mes de febrero. En cuanto a la inflación subyacente -sin alimentos ni energía-, ha caído dos décimas con respecto a junio y se sitúa en el mismo valor que la tasa general (2,8%).
Desde el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa han celebrado los buenos datos registrados, destacando el descenso en los alimentos, que registran su menor tasa desde octubre de 2021. Además, insisten en que, durante el mes de julio “ha seguido constatándose la progresiva bajada de la inflación de los alimentos, que, gracias a las medidas de apoyo adoptadas, está permitiendo reducir su diferencial con la general”.
