El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ratificó la condena de seis meses de cárcel y pago de multa a un joven de Salamanca por golpear y tratar de insultar a otro, conocido del colegio, utilizando para ello su orientación sexual. El alto Tribunal confirma, de este modo todos los pronunciamientos de la Audiencia Provincial de Salamanca, y desestima el recurso interpuesto por la representación legal del condenado en base a un supuesto error en la valoración de la prueba y la falta de motivación de la sentencia.
ICAL. La Audiencia salmantina apreció en sentencia previa, a la que tuvo acceso Ical, un delito de odio y obligó al condenado, además de imponer pena de prisión, a asumir una sanción económica de seis meses con una cuota diaria de seis euros. A todo ello, se añade otro mes más con idéntica cuota por el delito leve de lesiones.
Aparte de la pena de cárcel y la multa, el joven condenado está obligado a indemnizar al afectado con la cantidad de 129 euros por los tres días de perjuicio básico que tardó en curar de sus lesiones, tras ser golpeado hasta en dos ocasiones, y en la cantidad de 625 euros en concepto de daños morales inherentes a la naturaleza humillante de los hechos. Además, deberá pagar las costas del recurso.
La justicia considera probado que sobre las 02.15 horas del 30 de septiembre de 2022, cuando la víctima que se encontraba trabajando como relaciones públicas de un establecimiento de ocio nocturno de la calle Íscar Peyra de Salamanca, se acercó a un grupo de jóvenes, entre los que se encontraba el condenado, para indicarles la oferta de copas que disponía el local en el cual desempeñaba sus servicios.
El condenado, que ya conocía a la víctima del colegio en el que habían coincidido, conocedor de su condición de homosexual le respondió con una patada diciéndole reiteradamente “por maricón”. El joven le reprochó de inmediato su comportamiento, pero respondió nuevamente con ánimo de humillar públicamente a su conocido y de menoscabar su dignidad e integridad física, De hecho, le propinó un puñetazo en la cara, diciéndole una vez más “por maricón”.
La intervención de los amigos que acompañaban al condenado, con los que había estado bebiendo alcohol esa noche, obstaculizó que continuara con su hostil actitud. La Policía Local, alertada por la víctima, llego minutos más tarde y procedió a la identificación del responsable, quien, en presencia de numerosas personas, incluido uno de los agente, dijo en voz alta: “Como esta el país, a ver si por un maricón de mierda voy a tener algún tipo de problema”. Como consecuencia de los golpes, el joven agredido sufrió una contusión malar izquierda, y requirió asistencia sanitaria.
