Pedro Sánchez, secretario general del Partido Socialista, ha planteado este martes la creación de dos nuevos impuestos que afectan a la banca con el fin de mantener el sistema público de pensiones. Se trata de una tasa a las transacciones financieras y de un “nuevo impuesto extraordinario” que recaude entre 800 y 1.000 millones de euros al año.