Helena Pimenta ha hecho que ‘entre’ un chorro de aire fresco y vanguardista en la Compañía Nacional de Teatro Clásico. No le ha importado arriesgarse, tanto es así que mostró sus ‘credenciales’ con su primer montaje, La vida es sueño, de Calderón de la Barca, donde hizo que Blanca Portillo diera vida a un imponente Segismundo.