Aún perviven en mí los ecos del concierto que presencié el sábado en la Catedral Nueva de Salamanca. La Universidad Pontificia (UPSA) celebraba los cincuenta años de la fundación del coro Tomás Luis de Victoria, a cuya entidad pertenece. No ha sido el único acto programado por la institución (también se ha celebrado una Misa polifónica y un concierto en la plaza de Anaya), pero sin duda ha resultado el más brillante. Reunía todos los ingredientes para ello: un coro de más de trescientas voces, dirigidas por Francisco J. Udaondo; la Joven Orquesta Sinfónica y Coro Santa María la Blanca, cuya dirección corresponde a Jesús Alonso Cuesta; la soprano Elena Salvatierra Sánchez, la contralto Paz Jaén Diego, el tenor Emilio Sánchez Ares, el barítono Javier Centeno Martín… y Mozart, el eterno Mozart con su eterno Requiem (K 626). Sobrecogedor. Se interpretó también el Ave verum corpus, el himno universitario Gaudeamus (acompañado por cuantos asistentes quisieron sumarse) y, como final apoteósico, el Aleluiah, del Mesías (HWV 56) de Haendel.
Coro Tomás Luis de Victoria
El Coro Tomás Luis de Victoria canta a la Navidad en La Clerecía
El Coro Tomás Luis de Victoria de la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA) ofreció este sábado el tradicional concierto de Navidad en la Iglesia de La Clerecía. En esta cita se interpretó un variado repertorio musical con piezas representativas de esta celebración en España y en el mundo.