[dropcap]L[/dropcap]os gigantes reinan por unos días en la calles de Salamanca. Se han hecho con el poder gracias, en parte, a la complicidad de los más pequeños de la ciudad. Además, estos hombres y mujeres descomunales cuentan con el respaldo de sus fieles escuderos, los cabezudos, que asustan a los malos que osen usurpar su poder.