Los sindicatos CCOO y UGT protagonizaron este jueves una movilización conjunta para protestar contra la subida del 0.25% de las pensiones. Pensionistas salmantinos cortaron la Gran Vía para expresar su malestar.
Bajo el lema “Por un trabajo digno, pensiones dignas y no al 0,25”, los dos sindicatos mayoritarios llaman a la ciudadanía a concentrarse el próximo 15 de febrero ante las subdelegaciones de gobierno de cada provincia.
Comienza la ofensiva contra el sistema público de pensiones y el fomento de los planes de pensiones de los bancos y la revisión del Estado del Bienestar. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pidió este jueves a los españoles que ahorren a largo plazo para que eso «sirva como complemento de la pensión pública pero también para otros planes vitales, como la educación de los hijos, un proyecto personal o superar cualquier revés que nos pueda traer la vida».
El senador y portavoz socialista de Seguridad Social en la Cámara Alta, Francisco Oñate, acompañado por el portavoz de la Comisión Ejecutiva Provincial del PSOE de Salamanca, Toribio Plaza, han informado este jueves sobre las propuestas y la posición que el Partido Socialista tiene en materia de pensiones.
UGT pone en marcha la campaña del lazo marrón para mostrar al Gobierno que están en contra de la subida del 0,25% en las pensiones. Este símbolo, que están promocionando a través de las redes sociales para que se sume más gente, significa que la persona que lo lleva es consciente del “engaño” de la reforma y no está de acuerdo con el “desmantelamiento” del sistema.
La ministra de Empleo, Fátima Báñez, ha revelado que el grupo popular ha presentado en la comisión parlamentaria del Pacto de Toledo una propuesta para que, de forma voluntaria, los ciudadanos que se vayan a jubilar puedan tener en cuenta toda su vida laboral para calcular su pensión inicial y no solo los últimos años, aunque no ha dado más detalles.
Pedro Sánchez, secretario general del Partido Socialista, ha planteado este martes la creación de dos nuevos impuestos que afectan a la banca con el fin de mantener el sistema público de pensiones. Se trata de una tasa a las transacciones financieras y de un “nuevo impuesto extraordinario” que recaude entre 800 y 1.000 millones de euros al año.
La Seguridad Social abonará en diciembre a los pensionistas 17.470 millones de euros por las nóminas ordinaria y extraordinaria de las pensiones más la liquidación del IRPF de las mismas.