El expresidente catalán Jordi Pujol y su familia, especialmente el primogénito Jordi Pujol Ferrusola, amasaron una fortuna de 290 millones de euros en cuatro décadas de corrupción que se extendieron desde finales de los años setenta, con el escándalo de Banca Catalana, y julio de 2014, cuando Pujol reconoció que tenía fondos sin declarar en el extranjero y los atribuyó a la herencia de su padre, Florenci, según un informe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), de la Policía Nacional al que ha tenido acceso EL MUNDO. El informe fue remitido el pasado 30 de julio al juez de la Audiencia Nacional José de la Mata y es la primera vez que se pone una cifra —si bien estimativa— a la riqueza amasada por los Pujol.
La Policía Judicial denuncia a la familia Pujol por blanquear 28.520.740,46 euros en activos financieros en México. Este dinero se encuentra aún bajo el control de la familia.