Café pendiente con Tomé

 

[dropcap]F[/dropcap]ue en verano, no recuerdo el día, tan solo que la tarde era muy calurosa. Allí, en la cafetería de un centro comercial, compartimos el último café y me dijo que estaba mejor e iba a superar la enfermedad que le devoraba. Y nos despedimos y quedamos emplazados para celebrarlo en poco tiempo. Le creí. Me engañó. Él era así, celoso de su intimidad. Hasta prohibió que avisaran a los allegados cuando llegase el momento. Fue en octubre, no me dijeron el día, aunque luego supe que fue sábado y el primero.

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