Este no es un blog de autoayuda al uso. Tampoco es un texto de consejos médicos. Ni siquiera es una conversación entre médico y paciente. Son, por encima de otras cosas, las reflexiones personales de una fumadora impenitente de cigarrillos, Lira Félix Baz, y de un médico, Miguel Barrueco, que trata de ayudar a los fumadores a dejar el tabaco como jefe de la Unidad de Tabaquismo del hospital Clínico de Salamanca.
Siempre hay un momento en el que un fumador quiere dejar el tabaco. Aprovéchalo, porque es como los trenes… (26º Post)
– Estoy impaciente por oír lo que le paso al otro vaquero.
– Se llamaba David McLean y también murió de cáncer, pero este en 1995.
– De acuerdo, pero no podemos negar que los anuncios estaban muy logrados.
– No, no lo podemos negar –dijo Miguel- disponer de abundante dinero para invertir en publicidad garantiza los resultados. Pero bueno, vamos a lo nuestro ¿Qué sensaciones has tenido en estos primeros días?
Cogí el cuaderno y comencé a leerle las preguntas y dudas que me habían asaltado durante estos días.
– He tenido carraspera por las mañanas.
– Eso está bien. Antes tus mecanismos físicos de defensa estaban paralizados por el humo de tabaco que inhalabas, ahora están comenzando a funcionar. Es normal tener más carraspera e incluso más tos. Esas son buenas señales. Tu organismo comienza a recuperar su capacidad de defenderse.
– Además, he estado estreñida.
– Eso también es normal. La nicotina actúa aumentando el peristaltismo intestinal y ahora, al carecer de ella, tu intestino se vuelve algo más perezoso. Hay que darle tiempo a que recupere nuevamente su propio tono muscular. Puedes resolverlo con pequeñas modificaciones en la dieta y si es preciso tomando algún laxante. No tiene porque ser un problema.
– Ya te he dicho que no soy muy partidaria de los medicamentos. Trataré de corregirlo haciendo mejor la dieta.
– Excelente. Más dudas que te hayan asaltado durante estos días.
– Sobre todo lo que más me ha llamado la atención es que la primera semana no paré de bostezar.
– Cuando el cerebro está acostumbrado a la nicotina al carecer de ella pierde un poco la capacidad de estar “alerta”, pero en cuanto te acostumbres notarás que incluso mejora tu rendimiento intelectual. No olvides que la nicotina disminuye el aporte de sangre y de oxígeno al cerebro, por lo que el rendimiento cerebral disminuye. Al dejar de fumar llega más sangre al cerebro y el rendimiento aumenta, pero requiere su tiempo.
Miguel me felicitó efusivamente por no haber fumado y además haber adelgazado.
Le pregunte, ¿hay alguna explicación científica para que al dejar de fumar la persona engorde, obviando el aumento de peso debido al picoteo?
– Sí – contestó- al dejar de fumar se puede engordar fundamentalmente por tres motivos. El primero, porque en los fumadores la nicotina actúa catalizando el metabolismo y por eso cuando se carece de ella el metabolismo se hace más lento. Esta es la causa más importante. La segunda, porque de repente recuperas el gusto y todo sabe más rico y se come más, y la tercera por la ansiedad. Muchas personas superan la ansiedad comiendo, aunque esto último no es exclusivo de los fumadores.
–¿Por qué motivo me apetece comer salado? ¿Hay alguna razón para ello?
– No, no hay ninguna razón para ello. Muchas personas tienen ganas de picar cosas saladas. Otras prefieren sabores dulces. El chocolate, que como bien sabes es un sustitutivo de muchas cosas, es posiblemente el sustituto más habitual del cigarrillo en muchas mujeres. Por otro lado, quiero que me contestes a una pregunta. ¿Cómo tienes la piel?
– Bien. Me gasto una cantidad considerable de dinero para tenerla bien.
– Pues comenzarás a tenerla mejor. Si las mujeres supieran que dejar de fumar es el mejor tratamiento antienvejecimiento que existe dejarían de fumar mucho antes. Además ahorrarían mucho dinero, el que no gastarían en tabaco y el que ahorrarían en cremas.
– Vaya, comenzaré a fijarme más en mi piel.
-Harás bien en ello, dijo Miguel, pero ya verás como los demás también se fijan y te lo dicen.
1 comentario en «Dejo de fumar: el mejor ‘lifting’ que existe»
Muy educativo, querida periodista. Se me ocurre que si dejar de fumar es el mejor tratamiento antienvejecimiento, lo que debería hacerse es fumar y luego dejarlo. ¡Así estaríais más tiempo guapas! Aunque —lo digo de veras, como lo siento— la mujer está siempre más guapa en su interior que en su exterior.