La comisión de investigación que debería encargarse de averiguar si existe alguna irregularidad en la actividad del Grupo Siete de la Policía Local no ha nacido aún y ya está envuelta en la polémica.
El mandato del Pleno municipal era que un miembro de la oposición presidiría dicha comisión, pero el alcalde ha impuesto al frente de la comisión a dos miembros del equipo de Gobierno, Carlos García y el mismo Fernando Rodríguez, edil responsable de la Policía Local.
Esto ha desatado las iras de la oposición, que ha firmado un comunicado conjunto en el que PSOE, C’s y Ganemos afirman que «la mano tendida apenas hace 100 días en la toma de posesión de Fernández Mañueco se ha tornado en imposición, al impedir el cumplimiento de la propuesta aprobada por el pleno del Ayuntamiento de atribuir la presidencia de la comisión especial de investigación a un miembro de la oposición».
Añaden que esta designación se produce fuera del plazo definido por el propio pleno del Ayuntamiento, que facultó al alcalde para convocar la comisión en 10 días, plazo que finalizó la semana pasada.
Justificaciones
La justificación esgrimida para no aceptar la decisión plenaria se encuentra en el reglamento de funcionamiento de la Corporación que establece la presidencia nata del alcalde en las comisiones ordinarias, queriendo acudir a dicha regulación de carácter general y supletorio, para evitar que sea la oposición quien presida la comisión especial de investigación, creada y regulada, directa y específicamente, por el propio pleno del Ayuntamiento.
La oposición en bloque «exige» a Mañueco «que rectifique de inmediato y proceda a nombrar a un miembro de la oposición como presidente de la comisión especial, conforme a la decisión del pleno municipal o, al menos, tenga el valor de presidir él mismo la comisión, recordándole que es el máximo responsable de la existencia de tantas dudas y sospechas sobre el grupo SIETE de la Policía Local, al ser él mismo quien nombró a su jefe y haber amparado la creación y funcionamiento del grupo durante estos años, para luego llegar incluso a negar su existencia apenas hace unas semanas, antes de remitir escueta información y de escasa relevancia a la oposición, negándose a entregar la documentación solicitada e invitando a los propios grupos a que investigaran por su cuenta».
