Opinión

Los comedores escolares

[dropcap]N[/dropcap]acieron en los colegios para dar solución a situaciones familiares en las que los padres por motivos de trabajo no podían atender a sus hijos a la hora de comer debido a la jornada partida.

En la actualidad casi todos los centros tanto públicos como privados están dotados de este servicio y en muchos de ellos se amplía a la hora del desayuno con el programa de madrugadores.

Han evolucionado considerablemente, ya casi todos están en manos de compañías de catering que llevan los platos preparados o semi preparados, pero aun existen comedores con servicio de cocineros que preparan diariamente los diferentes menús para los escolares y profesores.

El servicio de comedor es un valor añadido a la hora de elegir centro para los hijos, Para muchas familias ayuda a solucionar el problema de la incompatibilidad familiar y laboral y para otras soluciona uno de las grandes dificultades como es que los niños coman de todo.

Aprender a comer es un hábito que se tiene que enseñar en la familia, pero muchos padres no saben o no quieren dedicarle tiempo y esfuerzo. Es muy triste ver a niños de Educación Infantil delante de un plato de comida en el comedor escolar llorando y quejándose porque no le gusta.

Desde bebés hay que irles acostumbrando a los diferentes sabores y texturas, pasando del puré a la comida troceada. Este cambio, al igual que la autonomía a la hora de comer solos y utilizar bien los cubiertos, precisa de tiempo y paciencia por parte de los padres, que ante la impotencia de lograrlo, prefieren dejarlos en el comedor para que sean los cuidadores los que asuman la responsabilidad e impongan los límites y las normas.

Los comedores actualmente tienen que cumplir unas normas de sanidad y los menús están elaborados para lograr un equilibrio dietético, que cubra todos los alimentos necesarios para un desarrollo adecuado a la edad escolar. En este sentido los padres saben que sus hijos están bien alimentados.

En muchos comedores se da un problema de convivencia, aunque existen normas para poder acudir , muchos niños son conflictivos e incluso agresivos y generan un mal ambiente, alteran el orden y la paciencia de los cuidadores. Para evitar estos incidentes tienen que contar con la ayuda de los padres y ser los primeros en hacer cumplir esas normas.

Si algún niño tiene problemas con algún alimento o es alérgico es imprescindible que se ponga en conocimiento desde el momento que se hace la matrícula, pero sobre todo que tanto cuidadores como responsables del comedor lo conozcan de antemano para evitar daños irreparables.

Desde estas líneas animo a que tanto los alumnos que acuden a los comedores como los padres, recuerden que es un servicio y que el éxito depende de la colaboración de todos.

Ilustración: Miguel González Cabezas

1 comentario en «Los comedores escolares»

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