Un equipo internacional de científicos integrado por investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, del Weill Cornell Medical College y del Memorial Sloan Kettering Cancer Center ha dado un paso de gigante para controlar la metástasis de los tumores cancerígenos.
El español Héctor Peinado, jefe del Grupo de Microambiente y Metástasis del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), ha sido el codirector del estudio.
El resultado de su investigación, que se ha prolongado durante tres años y ha requerido la participación de medio centenar de científicos, debe confirmarse y su aplicación para frenar las metástasis tardaría entre 10 y 15 años, pero supone un gran avance en la medida que aclara cómo funciona un tumor y cómo genera las metástasis en otros órganos del cuerpo. De ese modo, se pueden hallar los fármacos para impedirle que lo haga.
Los investigadores han averiguado que los tumores lanzan a través de la sangre millones de vesículas cargadas con proteínas y material genético, llamadas exosomas, para llegar a los órganos de destino donde proliferan y extienden el cáncer.
Esas partículas llegan a los órganos y propician su inflamación lo que favorece las metástasis. El estudio revela que hay combinaciones específicas de estas proteínas, llamadas integrinas, que se asocian con metástasis en el pulmón y en el hígado.