La envidia

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La envidia vista por Giusto Le Court.

La envidia es aquel sentimiento o estado mental en el cual existe dolor o desdicha por no poseer uno mismo lo que tiene el otro, sea en bienes, cualidades superiores u otra clase de cosas. Lleva implícita la penitencia para quien la experimenta. La RAE la ha definido como tristeza o pesar del bien ajeno, o como deseo de algo que no se posee.

 

Mª Carmen García Mateos.

Fuente de inspiración para silogismos populares, uno de los siete pecados capitales, no tiene su versión buena, por mucho que nos empeñemos. Es un sentimiento negativo pero en ocasiones puede reconducirse. Incluso se puede sacar provecho de él. «Un buen jefe sabe que si la gestioina bien puede sacar más rendimiento de sus trabajadores», explica la psicoanaista Carmen García Mateos, que nos ofrece diez claves para gestionarla, la nuestra y la de los demás.

 

[dropcap]1[/dropcap] La envidia es uno de los afectos más primitivos del ser humano, que hace que deseemos lo que tiene el otro, lo tenga o no. Es decir, envidio lo que atribuyo que tiene en muchos casos, No es un afecto a desaparecer, sino a analizar.

[dropcap]2[/dropcap] Quien niega la envidia como afecto la reprime y opera en él de un modo inconsciente y, por lo tanto, es mejor saber de ella, porque si no operará en nosotros sin que nosotros ni siquiera lo sepamos.

[dropcap]3[/dropcap] Por envidiar, somos capaces de envidiarnos hasta a nosotros mismos, es decir, lo que nosotros pensamos que tuvimos o tenemos, por ejemplo la juventud, la belleza…

[dropcap]4[/dropcap] Es el afecto más destructor como pone de relieve la frase de “morir matando”. Por envidia podemos destruirnos con tal de destruir al otro. Incluso podemos destruir lo conseguido.

[dropcap]5[/dropcap] Cuidado con la envidia en las relaciones de pareja. Puede obstaculizar (o me puede obstaculizar) el progreso personal, profesional o familiar de mi pareja. Por eso, mejor analizar la envidia.

[dropcap]6[/dropcap] Lo saludable es transformar la envidia en admiración. Pensar en cómo consiguió el otro eso que tiene y seguir su camino.

[dropcap]7[/dropcap] El trabajo también es una fuente de interrelaciones personales y, por lo tanto, la envidia está en juego. Todo buen jefe sabe que una buena gestión de este afecto mejora la productividad de sus trabajadores.

[dropcap]8[/dropcap] La envidia hay que gestionarla en la educación de los hijos, ya que está siempre en juego, puesto que ellos tienen algo que nosotros no tenemos, que es la juventud y, además, a veces no les dejamos crecer porque queremos cumplir nuestras expectativas en ellos. ¡Ojo!

[dropcap]9[/dropcap] La envidia en los educadores o profesores.- Pueden pensar que sus alumnos tienen un mejor profesor del que tuvo él y eso genera una envidia que hay que saber gestionar. En ocasiones también hay alumnos que formulan preguntas que no se les hubieran ocurrido a ellos. Analizar esta envidia permite educar de otra manera y enseñar de otra manera.

[dropcap]10[/dropcap] La envidia no desaparece, pero sin psicoanalizar la envidia y sin aceptarla opera de un modo más dañino. Cuidado si somos de los que decimos que no somos nada envidiosos…

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Mª Carmen García Mateos

Psicóloga y psicoanalista

de Grupo Cero

Telf: 651831296

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