[dropcap]E[/dropcap]stamos en carnaval. Los colegios organizan fiestas para niños, profesores y padres. Todos tienen cabida para dar rienda suelta a la diversión y a la creatividad.
Durante unos días los niños se olvidan de libros, deberes y exámenes y se centran en crear y realizar el disfraz más original.
A muchas familias, sobre todo las que tienen niños de edades tempranas, les angustia un poco este tema, sobre todo si los centros escolares les piden colaboración para elaborar los disfraces, bien en casa, o participando en talleres junto al profesorado.
La confección de disfraces tiene que ser una actividad divertida y creativa y no necesariamente cara. Ayuda a aumentar los lazos entre el medio escolar y el familiar.
Casi todos los alumnos cuando finalizan su vida escolar, recuerdan las fiestas de carnaval. Son momentos que marcan en la vida de los escolares porque son actividades de vivencias muy intensas. Es un tiempo que permite expresarse a cada uno como es y de disfrutar en grupo.
En nuestro sistema educativo actual, no hay muchos tiempos dedicados a la manifestación creativa debido al amplio número de contenidos que se tienen que impartir y los objetivos que sí o sí hay que conseguir.
Hay Centros que en sus programaciones incluyen el carnaval y es una oportunidad para desarrollar muchos de los contenidos de manera motivadora y consiguiendo que el aprendizaje se convierta en significativo.
Cuando los alumnos confeccionan su propio traje, pueden aprender: medidas, geometría, destrezas de motricidad fina, pintura… y si componen sus canciones, reforzarán la ortografía, el vocabulario, la composición y la dicción. Los más creativos acoplan las letras a diferentes músicas dando lugar a las murgas, tan típicas en esta época y que son excelentes para aumentar la sociabilidad entre los más pequeños.
Sin duda alguna el carnaval ayuda a superar miedos, y anima a muchos niños a sacar fuera sentimientos, y complejos.
Desde estas líneas animamos a los padres a disfrutar con sus hijos de esta fiesta tan tradicional y divertida. Regalarse un tiempo de esparcimiento ayuda mucho para relajar el estrés del día a día.