Tocó el cielo a finales de la década de los ochenta y principios de los noventa -todo el mundo quería ser Mario Conde- y el infierno a finales de los noventa y principios del milenio cuando estuvo encarcelado por delito de apropiación indebida, estafa y falsedad documental.
Salió de la cárcel 11 años después y casi, casi lo hizo como un triunfador. Volvió a acaparar portadas, publicó libros, fue contertulio polémico, ofreció conferencias… Incluso, le volvió a tentar la política.
Pues después de haberse casado y divorciado en muy poco tiempo y de haber disfrutado de las procesiones desde la más profunda devoción, hoy lunes nos desayunamos según la Cadena Ser, Conde, que hoy tiene 68 años, ha logrado traerse a España en los últimos años unos 10 millones de euros. Y lo ha hecho poco a poco, tras tejer una maraña de sociedades.
Conde y su familia, están detenidos también sus hijos, traían dinero de sus cuentas en el extranjero fingiendo ampliaciones de capital acometidas en algunas de sus sociedades españolas y aparentes préstamos no devueltos entregados por las firmas situadas en el exterior en favor de las españolas. Para esta tarea, se ha servido de testaferros, entre ellos su hija, y también algunos braceros y empleados de sus fincas. La Fiscalía Anticorrupción ha sido paciente viendo cómo periódicamente llegaban remesas de dinero desde países extranjeros, sobre todo Suiza, a las cuentas de Conde en España.
La operación la está llevando a cabo la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil bajo la supervisión de la Fiscalía Anticorrupción y de la Audiencia Nacional.
Mario Conde, en una conferencia en Mallorca hablando de España como problema. Impresionante, todos los que evaden impuestos, nos echan la culpa de los problemas que tiene nuestro país a los que sí los pagamos.
