Un mensaje inconformista, con mucho sentido común, que pregona más severidad con los poderosos y sensibilidad con los más castigados por la crisis. Esa es la columna vertebral de Podemos, un movimiento heredero de los indignados del 15M que se ha convertido en la gran revelación del panorama electoral español y salmantino.
Podemos es una de las formaciones que mejor ha sabido canalizar el descontento con el PSOE, gracias a su mensaje fresco, directo y comprensible y a que no tiene pasado ni traiciones a su electorado.
Y, cómo no, gracias su líder, el televisivo Pablo Iglesias, que ha sabido rentabilizar políticamente sus apariciones en las tertulias de Cuatro y La Sexta para lanzar su mensaje que ha calado no sólo entre los más jóvenes.
De hecho, la visita de Iglesias a Salamanca el pasado 20 de marzo ha sido uno de los más multitudinarios de toda la campaña de cuantos se han desarrollado en la provincia.
Podemos se ha convertido en la cuarta fuerza política más votada del país, con el 7,9 por ciento de los sufragios, lo que le ha proporcionado cinco eurodiputados, superando las mejores de sus previsiones.
En Salamanca es la quinta fuerza política con mayor respaldo gracias a los 7.425 votos que ha obtenido (el 5,8 por ciento del total), de los que la mitad los ha cosechado en la capital.