El Servicio de Difracción de Rayos X ‘enseña sus juguetes’

El Servicio de Difracción de Rayos X abre sus puertas a grandes y pequeños.

 

El objetivo fundamental es difundir a la sociedad la importancia de la enseñanza de la Cristalografía y Mineralogía, dando así a conocer el fascinante, maravilloso y sorprendente mundo de los minerales.

 

Los Servicios de Apoyo a la Investigación de la USAL, dirigidos por los profesores Julia Almeida y David Díez, divulgan la ciencia al público general a través de una gran variedad de actividades y a todos los niveles educativos. En este acto han participado doctores Francisca Sanz y José Manuel Compaña así como Álvaro Gacho y Carlos Velasco que componen el personal del Servicio de Difracción de Rayos X.

A los asistentes se les entregó un guión elaborado por el personal del Servicio “Minerales y Rayos X: Hurgando en la Estructura de los Cristales», con una serie de actividades educativas dirigidas al público de todas las edades. A los más pequeños que participaron con gran entusiasmo en los experimentos programados se les obsequió con caramelos que recibieron con una amplia sonrisa.

Los presentes pudieron conocer de primera mano los equipos de rayos X de alta tecnología que se usan en las investigaciones más avanzadas.

Se realizaron demostraciones prácticas empleando rayos X para responder a preguntas como: ¿La cáscara de huevos de gallina y la concha de los caracoles están formadas por el mismo mineral?.

El resultado del análisis puso de manifiesto que ambas están constituidas por carbonato de calcio (CaCO3) pero en la primera se halla en forma de calcita y en la segunda como aragonito.

De esta manera, se mostró una importante utilidad de las técnicas difractómetricas que permiten identificar sin ambigüedad polimorfos, es decir, compuestos con la misma composición pero diferente estructura cristalina.

Durante este evento los investigadores contaron divertidas anécdotas relacionadas con la mineralogía, como el descubrimiento en el yacimiento de Casas de Don Pedro (Talarrubias, Badajoz) donde apareció la mayor pepita de oro española conocida hasta la fecha. ¡La Pepita Doña Josefa de 218 gramos!.

Con estas iniciativas promovidas por los docente de la USAL se fomenta el interés por la ciencia que es determinante en el desarrollo de la sociedad actual, gracias a que “los minerales desde siempre han cautivado a grandes y pequeños por su belleza”.

Texto: Francisca Sanz González (responsable del Servicio de Difracción de Rayos X)

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