La patrulla antipintadas recorre Salamanca

Un momento de los trabajos para limpiar el busto de Picasso.

Un grupo de alumnos de la Escuela de Arte y Superior de Conservación y Restauración de Salamanca está limpiado las pintadas que los vándalos han ido dejando por algunas estatuas de la ciudad.

 

Se trata de alumnos de primero y segundo curso, que han ido haciendo su labor a raíz de la última oleada de pintadas. La directora de la escuela, María Puerto, contactó con el Ayuntamiento para ofrecerles la posibilidad de que los alumnos pusieran en práctica sus conocimientos adquiridos para retirar voluntariamente esos grafitis, de la mano de la profesora Rocío Martínez.

Ya han adecentado el Lazarillo, el poeta José Ledesma y la estatua de Farina. Ahora están actuando sobre la de Picasso y creen que no les dará tiempo a hacer más porque se acerca el final de curso.

Retiran las pinturas con disolventes orgánicos y luego pasándole una bayeta, «dependiendo de la antigüedad del grafiti y de las capas de pintura que tenga», matiza Martínez.

«Por ejemplo, la de Picasso tiene muchas capas y muy antiguas: amarillo, verde y cuatro o cinco blancas. Hay que quitar la capa pictórica y respetar la pátina que le ha dado el autor a la escultura, la policromía del bronce», esa que le da distintos tonalidades.

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