La gerente del complejo hospitalario de Salamanca, Cristina Granados, decidió adelantar al mes de mayo el cierre de la quinta planta del hospital Virgen de la Vega por considerar que no había necesidades asistenciales, y estos últimos días la dirección se ha visto obligada a triplicar seis habitaciones dobles y a duplicar cuatro individuales.
En concreto se han triplicado cinco habitaciones dobles en la unidad de Neurocirugía (segunda planta del Virgen de la Vega), mientras que en Traumatología (cuarta planta) se han duplicado cuatro habitaciones individuales y se ha triplicado una doble (ha llegado a haber tres triplicadas). Por último, en la sétima hay otra habitación triplicada. Y eso que la gerente, Cristina Granados, dijo que se iba a cerrar antes la quinta planta por falta de actividad.
La quinta planta Hospital Virgen de la Vega se iba a cerrar en julio, agosto y septiembre para reformar los baños de las habitaciones y trasladar el servicio de Neurología a esta planta. Pero la gerente, Cristina Granados, anticipó el cierre al 14 de mayo.
La 2ª planta se cerrará en septiembre, también para reformarla y convertirla en planta de quirúrgicas.
La 1ª planta de Maternidad que alberga la CMA (Cirugía Mayor Ambulatoria) estará también cerrada julio y agosto por obras para albergar la cirugía maxilofacial.
Por su parte, en el Hospital Clínico se cerrarán las camas de la planta 5ª derecha, 4ª derecha y 7ª planta.
En total, serán más de cien camas cerradas en todo el complejo, frente a las 64 del verano pasado. La gerente Cristina Granados asegura que estos cierres se producen porque baja la actividad en verano, algo que desmintieron este martes los miembros la Plataforma de Salamanca para la Defensa de la Sanidad Pública, quienes aseguran que estos cierres no se producen porque no hay dinero para mantenerlas abiertas.
Un millón
La gerente ha reconocido que se han excedido en un millón de euros el límite del presupuesto para personal, tras contratar a la gerente, a todas las direcciones y subdirecciones y hacer frente a los acuerdos parciales a los que llegó el año pasado el consejero en vísperas de las elecciones para desactivar las mareas blancas, y ahora no hay para contratar sanitarios que cubran las bajas y vacaciones de la plantilla. Y sin personal, hay que cerrar plantas y camas.
«La gerente dijo que las cerraba por falta de actividad y porque el personal de quirófanos debía coger vacaciones,… Han tenido que devolver derechos robados en 2012 y ahora deben muchos días a los trabajadores y hay una plantilla menor. Como no prevén estas cosas firman acuerdos sin respaldo económico y ahora deben cerrar plantas y dicen que no hay dinero para pagar sustituciones«, dijo Pilar Rodríguez, de Somos Capaces.