Doña Letizia llegó a Salamanca, vio y venció durante su visita para presidir el acto de renovación de la bandera del Regimiento de Ingenieros, que cumple medio siglo en la ciudad del Tormes.
Aguantó con profesionalidad el acto militar, tan estricto como escrupulosamente protocolario. y donde los únicos ¡viva la reina! que se escucharon procedieron el público. Fue la monarca quien aclaró posteriormente que no podía ser de otra forma y que los mililitares no podían gritarlo porque quien realmente es el jefe de los ejércitos es el Rey, y doña Letizia ha actuado como madrina del acto. Todo se andará.
En su discurso tuvo un hueco para expresar las condolencias de la Casa Real por los 50 asesinatos de Orlando (EEUU), y anunciar que el Rey le ha enviado sus condolencias al presidente Obama, con el que parece tener buena sintonía, lo cual ha sido clave para que le presidente norteamericano visite España en julio.
Luego, cuando se bajo del palco, se dio un baño de masas, saludando a los numerosos salmantinos que se agolparon para verla y, si había suerte, saludarla, porque no escatimó los apretones de mano. Los había que llevaban desde la madrugada cogiendo sitio.
La Reina recorrió de mano en mano el trayecto que separa la Plaza Mayor del palacio de La Salina, donde había un vino de honor, con predominio de militares entre los asistentes.
La Reina de los salmantinos
Doña Letizia se metió a los salamantinos en el bolsillo. La Reina estuvo más de 20 minutos saludando a todos los que acudieron a la Plaza Mayor a presenciar el acto militar. No escatimó saludos y peticiones de fotos.
Pero, sobre todo con los que estuvo extremadamente atenta fue con los mayores y los niños. A los dos colectivos les prestó especial atención. Se paró, acarició y sonrió a todos por igual y con Nerea y Sergio se detuvo un poquito más mientras la madre de los niños, Inma, tomaba la instantánea del momento, bajo la atenta mirada del padre de las criaturas, Roberto.
Imma. ¿Qué le ha dicho la Reina a los niños?
¡Qué guapos! Es majísima. Ha estado muy atenta con los niños. Es muy maja.
Agua
Allí brindó con una copa de vino, aunque ella solo bebió agua y no probó los pinchos que se iban ofreciendo.
Volvió a mostrar su profesionalidad mientras iba saludando y charlando con algunos asistentes, mientras Mañueco se desvivía haciéndole fotos.
La reina tuvo una amena conversación con un corrillo de políticos locales y se lo smetió en el bolsillo. Tras preguntarles que si estaban de todos los partidos, quiso saber qué les había aparecido el acto y se interesó por otras cuestiones locales. También le preguntaron por el Rey y explicó que se había ido al fútbol. A la Eurocopa. Gana mucho, mucho en las distancia cortas.
