Contra Italia aprendimos a sacudirnos el espíritu perdedor que nos perseguía, y con Italia volvemos al infierno de los equipos mediocres. Por mucho que se viera venir desde hacía tiempo. La Roja vuelve a casa sin grandeza.
La selección española cayó eliminada de la Eurocopa este lunes tras perder ante Italia en los octavos de final. Una derrota que representa un final de ciclo y pone de manifiesto la decadencia de un equipo lento, previsible y acomodado, al que Del Bosque no sabe cómo activar.
La selección ha ido autogestionándose desde que Luis Aragonés creó un equipo ganador. Lo heredó Del Bosque, y desde entonces La Roja ha seguido su propia inercia con la que ganó el mundial y otra Eurocopa, pero cuando se acabó la herencia, llegaron los problemas.
Primero en Brasil y ahora en Francia donde se ha visto un equipo sin la capacidad de dominar y atemorizar a sus rivales, pero jugando como si la tuviera, lo cual no ha hecho más que generarle problemas.
Un quiero y no puedo que ha ido desposeyendo de grandeza a la selección al mismo tiempo que los rivales comenzaban a ver su vulnerabilidad hasta que cualquier equipo voluntarioso se sentía capaz de derrotarla.
Y si en esta fase de fragilidad le toca cruzarse con un equipo que, además de intensidad, ganas y calidad tiene oficio, lo menos que le puede pasar es que reciba un baño de arriba abajo como el que le ha dado este martes Italia.
De Gea
Eran más rápidos, más vivos, más ordenados, mejor situados, más incisivos, con las ideas claras y con más ganas. Presionaban mejor arriba y salían mejor desde atrás, como si se hubieran cambiado los papeles. Como si España estuviera viviendo de un concepto que ya no aplica con la misma eficacia que hace algunos años, pero jugara como si lo hiciera. Una ficción que solo le acarreó disgustos que no se tradujeron en una goleada italiana en la primera parte por la actuación de De Gea, que no pudo hacer nada por evitar el primer gol tras repeler dos veces seguidas el balón. A la tercera, la cazó el central italiano y la empujó al fondo de la portería. Un resumen de todo lo que estaba ocurriendo.
La selección parecía por momentos un equipo lamentable. Ha perdido su jerarquía del mismo modo que le han abandonado la velocidad, la claridad de ideas, la presión y la adaptación a cada rival para buscarle las vueltas.
En lugar de un depredador, Del Bosque ha convertido a La Roja en una víctima propiciatoria para cualquier equipo con un poco de hambre.
Solo en los últimos veinte minutos, cuando los italianos empezaron a desfondarse, el equipo fue más reconocible, pero con eso no alcanza a estas alturas, porque ellos también tienen un portero que puede desbaratar varias ocasiones de gol, como la que Bufon le paró a Piqué casi al final. Un minuto después, una contra que parecía más pensada para perder tiempo que otra cosa, los italianos la convirtieron en el segundo gol que pone fin a un ciclo, aunque quedan jugadores con mucho talento.
1 comentario en «La decadencia de España»
Nos echan de la Eurocopa, nos piden 10.000 millones de Euros para seguir en Europa…
¿Nos vamos con nuestros hermanos americanos y africanos?
Estos solamente nos piden cariño….y nos ofrecen todo lo que tienen…que por ahora es poco…pero quien sabe si en el futuro juntos tendremos más.
España lo que necesita es más «unión» y menos «dispersión», «más solidaridad» y menos «egoísmo individual»…solamente arreglando estas «cosillas» jugaríamos en la Primera División…ahora estamos en Segunda «B» y a punto de bajar a «tercera».