Tres alumnos de la Escuela de Arte y Superior de Conservación y Restauración han estado dándole una segunda juventud a obras de colecciones privadas, un mapa del IES Fray Luis de León, archivos diocesanos y partituras del Conservatorio Superior de Música, entre otros tesoros
Mientras que la memoria es la única depositaria de la cultura oral, la aparición y desarrollo de la escritura, hacía el cuarto milenio antes de Cristo, hicieron necesario el uso de soportes físicos. A lo largo de los tiempos, la plasmación de la cultura escrita ha generado múltiples y variadísimos soportes en función de las tradiciones locales y las posibilidades técnicas. Abrigos rocosos, tablillas de arcilla, piedra, metales, madera huesos, papiro o papel. Prácticamente cualquier material es susceptible de ser grabado, trazado o pintado.
En 1839, la fotografía irrumpe como un medio documental completamente nuevo. Después fueron apareciendo otros soportes como el microfilm, las grabaciones de audio sobre cilindro y disco, los soportes magnéticos y los soportes ópticos. Estos nuevos soportes son muy distintos entres sí, pero todos ellos tienen una característica común. el acceso a la información ya no es directo, ahora es necesario el uso de un equipo de reproducción adecuado a cada material.
«En la Escuela de Arte y Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Salamanca los podemos restaurar todos, desde una fotografía hasta una grabación de audio», explica María Rubio, jefa del Departamento de Conservación y Restauración de Documentos Gráficos.
Este martes se han expuesto los trabajos de tres alumnos que han restaurado a lo largo del curso desde colecciones de fotografías de particulares, hasta un mapa del IES. Frauy Luis de León, archivos diocesanos o partituras del Conservatorio Superior de Música.
¿Tiene futuro y nicho de mercado la restauración de obras?
Sí. Además, en Castilla y León más aún, debido a la gran cantidad de obras de arte que atesoran tanto coleccionistas privados, como órdenes religiosas o instituciones.
