Mañueco se desentiende de las familias con pobreza energética

El grupo municipal del PSOE en el Ayuntamiento de Salamanca ha reclamado este viernes la puesta en marcha del plan estratégico de lucha contra la pobreza energética en Salamanca que aprobó el pleno hace un año y que el PP ha desdeñado incumpliendo un compromiso del máximo órgano de gobierno de la ciudad.

El plan incluiría ayudas específicas destinadas a las familias que no puedan afrontar el pago de suministros energéticos y servicios básicos como la luz, el agua y ahora, que se aproxima el invierno, la calefacción.

Esta iniciativa de los socialistas ya fue llevada al pleno del Ayuntamiento de Salamanca celebrado en el mes de octubre del año pasado donde fue aprobada por unanimidad.

En ese mismo pleno el alcalde, Alfonso Fernández Mañueco, adquiría el compromiso de ponerlo en marcha en el plazo de dos meses y, transcurrido cerca de un año, «nada se ha hecho, nada se ha puesto en marcha, y la promesa del equipo de gobierno del PP, encabezado por Mañueco, como otros tantos proyectos ha pasado a engrosar la larga lista de incumplimientos y a dormir en algunos de los cajones de la mesa del alcalde», indica el PSOE.

Esta propuesta tenía por objetivo evitar los impagos en los hogares y a las familias en riesgo de pobreza energética el corte de servicios y suministros esenciales antes de que se produjeran, eliminando de esta forma el riesgo de cortes o la eliminación de este tipo de servicios, un objetivo y una necesidad que a día de hoy se mantiene y mucho más con la proximidad de un nuevo invierno.

Como afrontar la situación

El plan contempla, además, propuestas para informar a los ciudadanos sobre cómo afrontar esta situación y poder evitar el corte de los suministros de servicios esenciales, formarles en las maneras de reducir las facturas en este sentido y mejorar la eficiencia energética, y asesoramiento en relación a los derechos y a los recursos sociales.

El PSOE asegura que en Salamanca «a día de hoy se sigue detectado un aumento de hogares donde sus miembros viven la incapacidad de poder afrontar el pago de los servicios de energía y poder cubrir sus necesidades domésticas. Un problema que se va a agravar con la llegada de las estaciones frías y que va a volver a poner a muchas familias de la capital en  la disyuntiva de tener que elegir entre destinar  sus escasos ingresos a la subsistencia, como la alimentación, o por ejemplo el encendido de la calefacción».