Opinión

En blanco

[dropcap]R[/dropcap]ajoy sigue melasudando (nadie se lo impide). Se la sudaba el caso del ministro Soria, y se la suda lo de Jorge Fernández Díaz. Es el «nuevo talante», que no cambia de camisa aunque huela a veinte metros.

Que el caso hieda, se la trae floja. Él sabe quién mueve los hilos y quienes son las marionetas.

Gracias al apoyo «en blanco» de PSOE y C’s, el ex ministro Mc Carthy tendrá su pesebre agradecido por los servicios prestados al frente de las cloacas. Será presidente de la comisión de exteriores, para orear pestes y sumideros, otra forma de ventilar la cueva, que huele a tigre. Marca España made in Spain.

Nada más lógico, por otra parte, que premiar a quien desde un régimen que se dice democrático, organizaba la caza de brujas de sus adversarios políticos, utilizando para ello las cloacas del Estado, es decir, el patrimonio público.

¿Saben en Europa como nos las gastamos en España? ¿O sabemos en España como se las gastan en Europa?

Y es que ya se sabe que el Estado, en España, no está al servicio de los ciudadanos y su seguridad, sino al servicio de un partido (único) disfrazado de Gran coalición y sus consensuados intereses partidistas, entre los que no se excluye, sino que, al contrario, es capítulo fundamental, la repartición de pesebres y prebendas.
Como en los países del viejo Este y su apolillada Nomenclatura, o en la Italia liberal y negra de Benito Mussolini.

Pero no lo llamen partidocracia. Llámenlo directamente bodrio y cutrerío.

Un cotarro que no respeta sus normas internas (no escritas), ni es cotarro ni se respeta a sí mismo. Ante todo, camaradería y omertá.

Así que aunque sea una falta de respeto y una patada en el culo al ciudadano honesto que aún cree que vive en democracia, «hoy por ti y mañana por mí». Es decir, la ley no escrita de los pesebres políticos, que ningún «constitucionalista» como Dios manda y el poder dicta, se atreverá nunca a tocar o incumplir.

No debe extrañar que ante este premio y otorgamiento de pesebre por los servicios prestados en tan infectos antros, PSOE y C’s se queden en blanco.
Como si les hubiera dado un aire, víctimas de una repentina tortícolis, miran hacia otro lado.

Como era de esperar y estaba pactado, cumplen con su papel de marca blanca de la «cosa en sí».

¿Y qué es la «cosa en sí»? por ir aclarando terminología.
Pues la «cosa en sí» es el cotarro desnudo de todo su aparato fenomenológico, donde las cosas que aquí se comentan, discurren y subyacen. Es decir, el régimen verdadero que subyace al falso, y que ninguna Constitución describe o legitima, ni ningún ciudadano ha votado nunca. Algo así como la lectura real de la factura (y fractura) democrática.

En el PSOE «blanco», por otra parte, y por seguir dentro del ámbito platónico de la “cosa en sí”, continúan las purgas estalinistas. Siguen rodando cabezas y parece que Susana-Salomé no se ha saciado aún, y continúa con estrépito de elefante en cacharrería, su danza de los sables sin velo. Ahora le ha tocado a Margarita Robles.

A través de su esbirro Fernández, con la guadaña afilada y el hacha feroz, sigue segando cabezas pensantes que sobresalen por encima de la suya, o alzan la voz con un resto de dignidad, y como una nueva Atila de las estepas del sur, por donde ella pasa no vuelve a crecer la hierba.

Tal parece que lo único «rojo» que ya queda en este remedo de partido que pierde militantes a raudales, es la sangre de los últimos de Filipinas, aquellos que intentaron salvar un resto de decencia democrática, de un naufragio tan repentino y total.

Pareciera que el partido de Susana se está entrenando para ser “un partido sin militantes”, como C’s.
¿Pero quién necesita militantes habiendo IBEX?

[pull_quote_left]Ante la luz tristísima de una vela que poco alumbra, y que quizás servía de lámpara y calefacción a un mismo tiempo, a una anciana fallecida en reciente incendio otros también prefieren quedarse “en blanco” y mirar para otro lado[/pull_quote_left]Y ante la luz tristísima de una vela que poco alumbra, y que quizás servía de lámpara y calefacción a un mismo tiempo, a una anciana fallecida en reciente incendio (vuelven los casos tétricos y sangrantes –con su retahíla de muertos- del invierno pasado), otros también prefieren quedarse “en blanco” y mirar para otro lado, y ni la empresa multimillonaria que le cortó la luz, ni nuestros representantes que hace mucho tiempo deberían haber parado los pies y cortado las alas a estas empresas salvajes, se dan por aludidos.
El caso es que la anciana no figuraba en la lista de «vulnerables», y al final ha sucumbido al poder destructivo de una simple vela. Ahora ya se sabe y consta, por el parte de defunción, que era pobre, anciana, y vulnerable.

Pero no ha sido sólo la vela la que la ha matado. Ha sido toda la sombra que nos rodea y que una simple vela no puede combatir.

Como este contraste entre pesebres agradecidos y prebendas infames, empresas piratas y empresarios salvajes para las que el ciudadano es un número a exprimir, y una anciana vulnerable a la que una vela ha quitado la vida es demasiado duro y amargo, lo dulcificamos con el término «pobreza energética». Muy técnico.

Yo diría directamente fascismo y barbarie. Y de la peor especie.

Escuchar «el parte» de noticias cada mañana, es asistir al «parte de defunción» de un sistema, que no se merece nuestro respeto ni nuestro apoyo. Ni siquiera en blanco.

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