[dropcap type=»1″]S[/dropcap]an Benito fue en sus orígenes una iglesia románica bizantina. Se edificó a comienzos del siglo XII, en 1104. Sus constructores fueron habitantes del sur de Francia, lugareños que fueron conocidos en Salamanca como “gaellici”. Llegaron a la ciudad del Tormes con los repobladores y se asentaron en la zona extramuros, al norte de la Puerta del Sol. El fundador del templo fue Pedro de Aldava, su caudillo. La iglesia y su entorno acogieron a uno de los dos bandos en los que se dividió la ciudad de Salamanca. Todavía se conserva una de las campanas de la torre que recibe el nombre de “Los Bandos”. Con el tiempo, la iglesia se convirtió en el panteón de la familia Maldonado.
Su planta actual es de una sola nave, amplia, con ábside poligonal y con un buen número de arcosolios abiertos en los muros. La cubierta la forman tres bóvedas góticas estrelladas, con contrafuertes macizos en el exterior. Los ventanales son abocinados, y se abren con arcos apuntados.
[pull_quote_left] Sus constructores fueron habitantes del sur de Francia, lugareños que fueron conocidos en Salamanca como “gaellici”[/pull_quote_left]La fachada, de estilo gótico flamenco, es de gran interés. En ella se representa una Anunciación presidida por una imagen del Padre Eterno y con los escudos de los Fonseca y Acevedo, apellidos del arzobispo de Santiago. La Virgen, casi una niña, está pasando las hojas de un libro de oraciones. Enfrente, un ángel le anuncia el nacimiento milagroso del Hijo de Dios. La puerta está protegida por un sencillo pórtico con tejadillo de madera, añadido a finales del siglo XVI.
En este templo fue bautizado Alonso de Fonseca II, que estaba emparentado por vía materna con la familia de los Maldonado. El patriarca de Alejandría la reedificó a su costa, tras un incendio que destruyó por completo la antigua fábrica a principios del siglo XVI.
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