Opinión

La belleza de la simetría

Macla de la Casiterita. Desarrollo.

– Querido amigo, ¿me han dicho que es usted un experto en Geometría? ¿No es cierto?

– Bueno. Algo… Pero sólo en Geometría Cristalina.

– ¿En qué?

– Digamos, para que me entienda bien, que es una parte de la Cristalografía que estudia la forma y simetría de los… minerales.

– ¿Y para qué sirve? ¿Para identificarlos?

– En principio, sí. Pero cuando estudias a fondo el tema te das cuenta de que es una manera más de apreciar la belleza, la perfección de la Naturaleza, con la que llegas a identificarte. Es como tantas cosas que supuestamente no sirven para nada, no producen dinero, pero que sin embargo llenan el alma al comprender que hay un algo Supremo, un Orden Universal…

– ¿Y cómo es eso…?

THE HOUSEHOLD OF PHILIP IV ('LAS MANINAS') by Martinez del Mazo (c.1612-1667) after Velazquez, from Kingston Lacy. Photographed in April 1995, post-conservation.

– Trataré de explicarlo con un ejemplo… Todos hemos visto en grabados, fotos o como sea, el cuadro de «Las Meninas». ¿No es así?

– ¡Claro!

– A mí me llevaron siendo niño al Museo del Prado. Entonces no lo comprendí y supongo que mis compañeros, los que después fueron conmigo los Chisperos de San José, tampoco. Mire, yo tuve un grave problema ocular, del que salí gracias a unas operaciones que dieron luz a mis ojos. Después de aquello, un día me planté delante del Cuadro. ¡Dios mío! ¿Cómo es posible que alguien haya pintado ESO? –me dije–. Porque no es el portentoso manejo de los pinceles o de la luz. En aquel momento comprendí que era la manifestación de algo mucho más profundo, que permitía penetrar, varios siglos después, en el alma de Velázquez. Y lo mismo les ha debido pasar a muchos más. ¿Pero no será un toque Divino el que inspiró el pincel en un momento supremo, para dejar constancia de su Poder?

«Algo parecido me sucedió, aunque el «golpe» no fue tan instantáneo, al leer «Niebla», del gran Unamuno. ¿Es el alma del autor que nos atraviesa el cuerpo invadiendo la nuestra? ¿O son fragmentos de eternidad, que se nos brinda por un privilegio especial?

René-Just Haüy (1743-1822).
René-Just Haüy (1743-1822).

– Me está usted dejando admirado… Pero… ¿eso que tiene que ver con la Cristalografía que usted enseñó?

– Es que, conforme profundizaba en la simetría de los cristales y su historia llegué a pensar en que algo así debió sentir el abate Haüy, el fundador de esta ciencia…

– ¿El abate Haüy? ¿Abate…?

– Sí. Fue canónigo honorario de la Catedral de Paris, profesor de la Sorbona y del Jardín de Plantas, hoy Museo Nacional de Historia Natural, a finales del XVIII y principios de XIX. Construyó las bases de la Cristalografía. Cuentan que un día se le cayó al suelo un mineral, un espato calcáreo, que le habían dejado y que al intentar recomponerlo tuvo ese momento de inspiración suprema, naciendo en él esa admiración por la perfección de los ángulos, de la simetría, de las variadas construcciones cristalinas. Y se maravillaría al comprender que las supuestas imperfecciones eran, no errores, sino el producto de la lucha por el espacio entre formas similares, cada una de ellas dotadas de la perfección singular.

– Y todo eso ¿lo vio usted de pronto, como ante «Las Meninas»?

– No. Fue penetrando en mí lentamente, conforme iba estudiando los avances históricos de la Cristalografía Geométrica a lo largo del siglo XIX, de la mano de aquellos grandes mineralogistas…

Macla en "Cruz de San Andrés" de la estaurolita.
Macla en «Cruz de San Andrés» de la estaurolita.

– Me imagino que algo parecido le hubiese pasado si en lugar de entrar en esa ciencia, lo hubiese hecho en cualquier otra rama del saber humano… ¿No cree?

– Puede que sí. Pero para ello hay que desprenderse de toda ambición, del ansía de tener más y más…, para sustituirlo por el hambre del conocimiento… ¡Pero la vida es muy corta…! ¡Nunca se llega a la meta…!

– Como siempre, me abre usted la puerta de nuevos pensamientos, de perspectivas en las que hasta ahora no había ni sospechado… ¿De qué hablaremos mañana?

-¡Ah! ¡Ya veremos, que dijo un ciego…!

4 comentarios en «La belleza de la simetría»

  1. Querido Emiliano,

    Gracias por seguir en tu línea de instrucción y entretenimiento.
    Hoy has vuelto a dar en el clavo con tu transmitida pasión por la forma y el diseño que la naturaleza nos ofrece, aunque no lo veamos o no queramos ver. Basta con abrir los ojos de la inocencia y la curiosidad para admirar la belleza y grandeza de nuestro entorno.
    Un fuerte abrazo

    David

    Responder
  2. Querido Emiliano,

    Muy bueno el texto de hoy. Se ve que te ha salido del alma y que es ahí en donde llevas la pasión por los cristales.

    Y hoy en día: ¿dónde están esas mentes como la del abate que cuentas? ¿Existen? Yo creo que no que se las ha llevado la corriente de la ciencia materialista.

    ¿ A quién le importa un comino cualquier aspecto del conocimiento que no sea su inmediata rentabilidad?

    Un abrazo y hasta pronto,

    Emilio

    Responder
    • ¡Tú lo has dicho, Emilio! ¿A quién le importa lo que no es ganar o prosperar? Y sin embargo yo supongo que sí que hay gente así. Lo que pasa es que…
      Un abrazo

      Responder

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