– ¿De qué quiere que hablemos? ¿De los cocodrilos de Salamanca y Zamora, como le propuse ayer?
-Bueno, pero antes quisiera preguntarle si conoce usted Berlanga…
– ¿Al director de cine? He visto algunas películas suyas…
– ¡No, hombre! ¡No! Me refiero a Berlanga de Duero, en Soria.
– Pasé por allí cuando visité la cercana ermita de San Baudelio. ¡Qué maravilla!
– ¿Y no entró en la Colegiata?
– Pues no. Estaba cerrada.
– Pues se perdió ver un cocodrilo que tienen colgada en una de sus paredes. «Gardacho» le llaman. O «Regalto».
![El "Gardacho" de la Colegiata de Santa María del Mercado, en Berlanga de Duero.](https://lacronicadesalamanca.com/wp-content/uploads/2017/02/1-Berlanga-0002xxxxx-192x300.jpg)
– ¿Ah, síi? Sería un exvoto, de los muchos que hay en iglesias españolas, como el madrileño de San Ginés, o tantos otros…
– ¡Pues no! ¿Quiere que le cuente su historia?
– ¡Naturalmente! Cuente… Cuente.
– ¡Pues verá usted! Hay que situarse en el primer tercio del siglo XVI, cuando España vertía su oro a raudales en las recién descubiertas Indias.
– ¿Cómo? ¿Qué España vertía su oro? ¿No fue al revés?
– No me refiero al oro material, sino al cultural. A su lengua, su religión, su manera de pensar. Sus hombres de oro, herederos de la Gran Reina Isabel, aquellos que debajo de la piel no eran de barro ni de hierro, los que civilizaron todo un continente…
-¡Tiene usted toda la razón!
– Entre aquellos ESPAÑOLES estaba fray Tomás de Berlanga, nacido en esta villa castellana, muy famoso por ser el descubridor de las Islas Galápagos, pero que hizo muchas más cosas.
«Era dominico, un hombre de gran inteligencia y habilidades. Nombrado obispo de Castilla del Oro, como se llamaba entonces al Panamá, desarrolló allí una intensa labor pastoral y exploradora. A él se debe el primer proyecto, que propuso al emperador Carlos, de abrir un canal interoceánico. ¡Sí! ¡Sí! ¡En el XVI!
«Fue comisionado para poner paz entre pizarristas y almagristas en la guerra civil del Perú y, sin pensarlo más, fletó un barco en el recién descubierto Mar del Sur. Alejado de la costa, no pudo volver a ella al ser arrastrado por una corriente poderosa. ¡La que varios siglos después dio en llamarse «de Humbold» en honor a su «descubridor»! ¡Pienso que en esto se comete una gran injusticia, como ocurre con tantos personajes españoles, que por el hecho de no ser británicos parece que no tienen derecho a ser reconocidos! Bien. El caso es que no podían regresar a tierra, ya que al intentarlo eran empujados por aquella corriente descubierta por ellos. Ya estaban pasando mucha hambre cuando el vigía avistó una isla.
![Monumento a Fray Tomas de Berlanga, en su villa natal.](https://lacronicadesalamanca.com/wp-content/uploads/2017/02/2-PB110059-300x224.jpg)
«Al desembarcar se encontraron, atónitos, un extraño paisaje, de playas negruzcas y feísimos dragones. ¡Más de uno llegó a pensar que habían muerto y que estaban en el infierno o en algún lugar mágico! Para demostrar que todo era real, fray Tomás se vistió de pontifical y celebró una misa en la playa, rodeado de aquellas extrañas y mansas bestias… Al archipiélago lo llamaron de las Islas Encantadas. Registraron la presencia de enormes «galápagos», nombre tan castellano, que durante siglos fueron utilizados como reserva o almacén alimenticio viviente para los barcos que recalaban por aquellos parajes.
«Repuestas ya sus energías, aquellos hombres de nuevo valerosos pudieron por fin desembarcar en el continente. Pero no acabaron sus dificultades. Al tener que atravesar un gran río -no recuerdo si era el Magdalena u otro- fueron atacados por una legión de cocodrilos. Estos animales eran por entonces sinónimo de demonios, y aquella tropa supersticiosa no quiso seguir adelante; y más aún porque uno de los sacerdotes murió en la refriega. Pero fray Tomás no se arredró. De un arcabuzazo acabó con una de aquellas fieras. Delante de la tropa lo evisceró para demostrar que se trataba de un animal; lo relleno de paja y, dado que resultó muy demostrativo, decidió llevarlo consigo para disuadir a sus compatriotas de que se trataba de fieras y no de diablos infernales.
«Después de más de treinta años de fructífera labor en las Indias -fue el introductor de muchos cultivos entre la población nativa- regresó a su añorada patria chica trayendo el caimán disecado, que fue colocado en la pared de la Colegiata, construida por entonces. ¡Y allí sigue!
![El "Gardacho" después de su restauración.](https://lacronicadesalamanca.com/wp-content/uploads/2017/02/3-caiman-225x300.jpg)
– ¿Y se conserva igual, después de casi quinientos años?
– Pues no. Hasta hace poco estaba muy apolillado y se le había caído la cabeza, sabe Dios cuando. La verdad es que daba pena. ¡Pero era el que trajo fray Tomás! Al final se tomó la decisión de que lo restaurasen los taxidermistas del Museo Nacional de Ciencias Naturales. El resultado puede gustar a alguien, pero a mí no.
– Hace tiempo, en Sevilla, compré una caja de dulces con forma de cocodrilo, que recordaban al que está en su catedral…
– ¡Hombre! Esos dulces los hace en Berlanga un confitero de su Plaza Mayor, «El Torero«. El original es de aquí y los llaman «los lagartos de Fray Tomás». ¡Son riquísimos! Y un herrero vende como recuerdo una sencilla imagen de cocodrilo. ¡Verdaderamente, los berlangueses hacen muy bien en recordar a su ilustre paisano, orgullo de nuestra España y del mundo entero!
– ¡Qué razón tiene! ¡Bueno, qué! ¿Seguimos mañana?
– ¡Seguiremos! ¡Seguiremos!
9 comentarios en «El Gardacho de Berlanga»
Querido Emiliano,
Gracias por recordarnos tantas cosas. Berlanga de Duero, que es un pueblo maravilloso que bien merece unas cuantas visitas. Sus alamedas en otoño son una maravilla y, efectivamente, de ahí salió fray Tomás rumbo a las américas. Y ahora una pregunta ¿ tú crees que esa corriente verdaderamente la descubriría Huboldt después de haberla atravesado y padecido cientos de navegantes? ¿No te parece que lo mismo que la Historia tiene sus predilectos como Humbold y Darwin tiene también sus proscritos como fray Tomás de Berlanga? Bien apuntas en tu comentario algunas de las razones …
Un abrazo y hasta otra. Siempre atento a tus escritos, tu cuasi-tocayo,
Emilio
Creo firmemente que la corriente debería llamarse de Fray Tomás que fue el primero que sufrió sus consecuencias. También el primero que circunnavegó el Mundo fue Magallanes y no Drake. Y que América debería llamarse de otro modo. Y que Colón no era genovés. Y que…
Como siempre, atractivo antropológicamente y ágil literariamente. Enhorabuena
Muchas gracias, querido amigo. Lamento no poder asistir a la presentación de tu libro. ¡Que tengas un gran éxito!
¡Gracias Emiliano!
Como siempre nos ilustras de forma muy amena con tus relatos cortos.
Paso el enlace al grupo de whatsapp.
Un abrazo. Manolo
Muchas gracias, amigo mío. Lo que siento es no poder invitar a degustar los sabrosísimos «Lagartos de Fray Tomás». Un abrazo a todos.
Muchas gracias, amigo mío. Lo que siento es no poder invitar a degustar los sabrosísimos «Lagartos de Fray Tomás». Un abrazo a todos.
Ameno y atinado comentario, Emiliano.
Menuda pasta la de aquellos que vestían de pontifical por la mañana en una playa y mataban saurios por la tarde en la frondosa selva, al tiempo que dedicaban neuronas a imaginar la conexíón de dos grandes océanos…
Gracias y un fuerte abrazo.
David Rodríguez
Tienes razón, David. La Conquista y Colonización de Las Indias fue una empresa que sólo los españoles de entonces han podido hacer.
Un abrazo