[dropcap]A[/dropcap] todos los padres les gusta que sus hijos tengan su mochila de viaje llena de valores personales y sociales. La mejor forma de lograrlo es enseñarles desde muy pequeños con el ejemplo.
En el caso de la solidaridad descubrimos mil y una formas de adquirirla y llevarla a cabo. Los colegios ayudan a la concienciación al igual que otros colectivos como las asociaciones y las ONG. Otro canal es la información que todos los medios de comunicación realizan en el día a día y en estos momentos las redes sociales están adquiriendo un gran protagonismo y una respuesta inmediata.
¿Cómo explicarles a los hijos qué es la solidaridad?
La definición de Solidaridad indica que es uno de los valores humanos más importantes y esenciales de todos. Solidaridad es lo que hace una persona cuando otro necesita de su ayuda, es la colaboración que alguien puede brindar para se pueda terminar una labor en especial, es ese sentimiento que se siente y da ganas de ayudar a los demás sin intención de recibir algo a cambio. A los hijos dependiendo de la edad se les irá transmitiendo este concepto, pero no sería efectivo si no va acompañado de la acción.
Existen mil y una oportunidades para lograr este valor social, pero el primer círculo, el más cercano es la familia y es aquí donde realmente los más pequeños se fijan en las acciones de sus padres y poco a poco van aprendiendo a dar a los demás cuando lo necesitan.
Muchas personas cuando hablamos de solidaridad enseguida piensan en grandes proyectos humanitarios, pero está la otra, la del día a día, la de la puerta de al lado, la de la misma familia. Si se comienza con pequeños detalles como puede ser ayudar a un compañero, amigo, hermano o un vecino en dificultades, a los padres y abuelos haciendo algo que les haga felices, entonces estaremos sembrando las semillas de las grandes colaboraciones para causas muy necesitadas como una catástrofe, una guerra, los refugiados, erradicación de enfermedades y un sin fin de causas…
Existen días señalados para diferentes causas y en ocasiones generan hartazgo, pero hay que entender que si las asociaciones, agrupaciones, y ONG tuvieran recursos por parte de los presupuestos de las naciones, todo sería más fácil.
Desde estas líneas solicito a los padres que ayuden a sus hijos a ser solidarios. Que aprendan a disfrutar regalando tiempo, objetos y dedicación a los demás, pero sobre todo, que sean actos que broten desde el corazón.
— oOo —