La Audiencia de Palma ha dejado en libertad provisional y sin fianza a Iñaki Urdangarin, condenado a seis años y tres meses de prisión por varios delitos de corrupción y fraude fiscal en el caso Noós.
La sentencia ha sido recurrida ante el Supremo, que tarda entre un año o año y medio en resolver estos asuntos, por lo que el tribunal que lo ha juzgado y condenado debía decidir si adoptaba medidas cautelares contra Urdangarin y su socio, Diego Torres, condenado a ocho años de prisión y que también ha quedado en libertad provisional sin fianza.
El exduque de Palma se va de rositas, pese a que el fiscal pedía para él una medida muy favorable como es la libertad bajo fianza de 200.000 euros, y solo tendrá que comparecer el día 1 de cada mes ante la autoridad judicial en su país de residencia, Suiza, y de comunicar al tribunal cualquier desplazamiento fuera de la UE o cualquier cambio de residencia, incluso temporal, hasta que se pronuncie el Supremo.
Algunas de las personas que se han concentrado en las cercanías de la Audiencia Provincial de Palma han increpado al ex duque con abucheos y silbidos. «Chorizo, ladrón, devuelve el dinero«, le han gritado.
Primero, su mujer, la Infanta Cristina, hermana del Rey, ha salido absuelta de colaborar en los delitos fiscales de su marido pese a que se beneficiaba del dinero. En el mismo fallo se impuso una pena de seis añitos a Urdangarin, la menor posible ante los delitos que se le han probado, y ahora queda en libertad provisional sin fianza hasta que decida en Supremo.